El médico de Policía Científica Diego Duarte, quien practicó la autopsia al cuerpo de Fernando Báez Sosa, dio detalles del examen al cuerpo del joven asesinado por los rugbiers en Villa Gesell en enero de 2020. Ante la dureza de ese testiminio, los padres de la víctima -Graciela Sosa y Silvino Báez- decidieron retirarse de la sala de audiencia en los tribunales de Dolores.

«Trabajamos con un protocolo que cumplí. La autopsia se llevó a cabo en la morgue del hospital de Pinamar. Primero vi a la víctima en Villa Gesell. Yo tomé conocimiento del caso, supe que Fernando estaba en el hospital de Villa Gesell y como vivo en la esquina del hospital, crucé para ver cómo estaba», sostuvo Duarte, que es médico traumatólogo y perito médico de la Policía Científica de Pinamar desde hace siete años.

Respecto al procedimiento, indicó: «Hice un examen previo para tener la visualización de con qué me iba a encontrar en la autopsia. Fernando yacía en una cama, presentaba múltiples agresiones en la parte del rostro. Pedí que se le realice una tomografía computada para ver un panorama general de lo que presentaba el cuerpo».

«El resultado tardó un rato en llegar. Yo lo vi y tenía una importante hemorragia por dentro del cráneo. Además, tomé imágenes con mi celular particular para tener una aproximación de las características de las lesiones que aún conservo en mi teléfono, agregó.

Fernando Burlando, abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, dijo hoy que el joven de 18 años «fue asesinado en el lugar» y que los atacantes «no le dieron ninguna oportunidad de vivir», luego de escuchar los testimonios del forense que realizó la autopsia y de la médica ambulancista que lo asistió.

En cuanto al balance de la sexta jornada de debate, el letrado indicó: «Hasta el momento ha sido una jornada concreta en cuanto a las lesiones. Es para descartar todo tipo de fantasmas. El deceso se produjo después de la golpiza».

Además, Burlando dio precisiones de la data de muerte de Báez Sosa, sobre la cual señaló que se produjo «a las 5.07 de la madrugada» y no a las 6 como indicaba el certificado de defunción.

«Se está hablando de que hubo tardanza de los servicios de emergencia y de la reanimación: no hay forma, todo hubiese sido igual. Fernando ya estaba muerto cuando intentaban reanimarlo», resaltó.

Además, el abogado querellante detalló que las agresiones que Fernando recibió «fueron en lugares vitales».

«No fue un solo golpe o un solo puntinazo. Fue un cúmulo de golpes que provocaron la muerte en ese momento», agregó.

Más temprano, Burlando afirmó que la prueba aportada hasta el momento «ya alcanza» para condenar a los ocho imputados.

«Tenemos el circulo muy bien cerrado, con la prueba que tenemos nos alcanza», agregó el letrado al referirse a las testimoniales y demás evidencias incorporadas hasta el momento en el juicio.