El cura villero Pepe Di Paola advirtió sobre el riesgo de un “falso progresismo”, instigado por capitales transnacionales y que en nombre de los pobres solo promociona una cultura que fomenta los deseos individualistas de ciertas clases medias acomodadas.


En medio de una inauguración en Bahía Blanca de un nuevo “Hogar de Cristo“, un proyecto de hogares de prevención y rehabilitación de personas con problemas con las drogas que se inició en la Villa 21, el padre Pepe afirmó: “Hay un falso progresismo, porque uno ve que detrás de banderas que tienen que ver con el avance de una sociedad hay fuertes capitales que responden a intereses muy concretos. Lo hemos dicho varias veces con el tema de las drogas, por ejemplo, las inversiones de Soros y tantos que tienen su mirada puesta en negocios. Han empezado con las propagandas de esta naturalización del consumo que se ve en mucha gente que trabaja en los medios, revistas, donde quieren hacer pasar la marihuana como algo normal sin saber que la marihuana que fuman los chicos es muy diferente de la que fumaban los hippies cuando uno era joven y como nos mostraban en las películas. Hay muchos engaños porque hay negocios. Así como hay negocios en las clínicas abortivas, hay negocios también en la venta de la droga. Hay países que una vez que empezaron con la legalización se están volviendo atrás porque van viendo los daños que va causando. Pero es parte del capitalismo que estamos viviendo. Y las banderas que antes levantaba el mundo capitalista y hoy las levantan aquellos que se dicen el progresismo de Argentina. Pareciera que hacen una gran revolución aprobando leyes que en definitiva son grandes negocios del capital”

Enrique González, uno de los que acompañaron al padre Pepe en la inauguración y colaborador del Hogar de Cristo “Casa Luján” agregó: “Esto se manifiesta mucho en situaciones cotidianas o cuerpo a cuerpo en la vida que vamos transitando. Por ejemplo hay toda una discusión de esta legalización. Legalizar la marihuana o cualquier droga para la libertad de elegir porque allí los más vulnerables de estas discusiones teóricas son criminalizados y van presos por drogarse. La realidad es que cuando visito los barrios o me encuentro en la noche en pensiones complicadas van presos no por consumo sino porque se acuchillaron por consumir, entonces es una trampa. La retórica nos cuenta una historia y la vida nos cuenta otra”.

El padre Pepe también rescató la misión del Papa Francisco transformando a la Iglesia: “Creo que el objetivo de Francisco es algo que se va realizando. El “Hogar de Cristo” no deja de ser uno de los caminos de los que pueden engrosar esta dirección de la iglesia. Creo que “El Hogar de Cristo” es una de las muchas las opciones que la iglesia está realizando en distintas partes de la Argentina, que implica replanteos y también trabajos del orden del compromiso con los pobres. Faltan caminos mucho más grandes y mucho más largos. Cuando me amenazaron los narcos (me quedé un año y medio más pero después empezaron a molestar a la gente que me rodeaba y me tuve que ir a Campo Gallo, Santiago del Estero) le dije a Bergoglio: “mire, parece que esta vez me tengo que ir porque una cosa es poner en peligro la vida de uno y otra poner en peligro la de los demás”. Le pareció bien y me fui al norte, a la provincia de Santiago del Estero. Estuve dos años ahí. En ese ínterin pude conocer también la realidad de mucho de lo que realizaba la Iglesia. Creo que como Iglesia se está recorriendo un camino que va a llevar tiempo pero que me parece que no tiene vuelta. Porque es lo que la gente pide. Creo que poco a poco irá transformándose”.

Sobre la actualidad de la Iglesia en nuestro país, el padre Pepe opinó: “Francisco habla no solamente de los curas, habla de la sociedad en general, de las pautas que tiene que tener. Esto ha puesto en descontento a muchos de los políticos de Argentina, de grupos de poder y de los grupos de comunicación. Hoy Francisco es el líder espiritual en el mundo que busca una sociedad más justa, cosa que está lejos de los líderes que están surgiendo en distintos lugares. El camino de Francisco es largo, seguro él no lo verá, pero puso (como Francisco de Asís en su momento), un punto de inflexión dentro de la iglesia. Creo que en eso estoy bastante esperanzado y que van a surgir muchas cosas en distintos lugares”.

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