La exmandataria evoluciona tras la cirugía de apendicitis, aunque los médicos detectaron un íleo posoperatorio. Permanece bajo observación, con tratamiento antibiótico y controles constantes en el Sanatorio Otamendi.

La evolución médica de Cristina Fernández de Kirchner continúa siendo monitoreada de cerca por el equipo del Sanatorio Otamendi, donde permanece internada luego de haber sido intervenida quirúrgicamente por un cuadro de apendicitis. En el último parte difundido por el centro de salud, se informó que la paciente presenta un íleo posoperatorio, una complicación leve y transitoria que suele aparecer después de una cirugía abdominal.

Según detallaron los profesionales, se trata de una disminución temporal del movimiento normal del intestino, provocada por el estrés quirúrgico, la inflamación y la manipulación de los órganos durante la intervención. Aclararon además que no se trata de una obstrucción mecánica, sino de una parálisis funcional que, en la mayoría de los casos, se resuelve con tratamiento de soporte.

Durante las últimas horas se le practicó una tomografía computada de abdomen que confirmó el diagnóstico. A partir de ese resultado, el equipo médico dispuso las medidas clínicas correspondientes, con el objetivo de favorecer la recuperación espontánea del tránsito intestinal.

El parte médico indicó también que la expresidenta continúa recibiendo antibióticos por vía endovenosa y mantiene un drenaje peritoneal. Hasta el momento no presentó fiebre y su estado general es estable, aunque se decidió prolongar la internación hasta que el cuadro esté completamente resuelto.

La intervención quirúrgica se realizó el sábado por la noche, luego de que Fernández de Kirchner fuera trasladada al sanatorio tras presentar un fuerte dolor abdominal. Previamente, había sido evaluada por médicos en su domicilio de la calle San José, quienes recomendaron realizar estudios más complejos en un centro especializado.

El traslado se efectuó con autorización judicial, en el marco de las restricciones vigentes derivadas de la condena en la causa Vialidad. Desde noviembre, la exjefa de Estado debe solicitar permiso al tribunal para recibir visitas, que se encuentran limitadas a un máximo de tres personas, dos veces por semana y por un período de hasta dos horas.