En un nuevo capítulo de la causa que busca esclarecer el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner, la Justicia logró acceder al contenido del teléfono celular del diputado nacional Gerardo Milman, uno de los nombres que surgió en la investigación como posible implicado a nivel intelectual. La extracción de los datos se realizó luego de que el legislador desistiera de su negativa a entregar la clave de desbloqueo del dispositivo, que había sido secuestrado a fines de 2023.
El procedimiento técnico fue realizado por efectivos de la Gendarmería Nacional y demandó más de 15 horas. La orden fue emitida por la jueza María Eugenia Capuchetti, quien autorizó una extracción acotada de información entre el 1 de julio de 2022 y el 10 de mayo de 2023, es decir, en el período comprendido alrededor del atentado, que ocurrió el 1 de septiembre de 2022.
Del análisis del celular surgió una gran cantidad de datos: 35.177 mensajes enviados y recibidos por WhatsApp, 104 mensajes entre las aplicaciones Telegram y Signal, y más de 650 archivos de correo electrónico. Este cúmulo de información ahora será revisado por los investigadores con el objetivo de determinar si existen elementos que vinculen al diputado con el atentado.
Uno de los mensajes hallados y fechado entre el 29 y el 30 de marzo de 2023 revela la incomodidad del propio Milman frente al avance de la causa. En esa conversación con un interlocutor aún no identificado, el legislador expresó: “Me comí que un diputado hablara diciendo que tengo que entregar el teléfono con la fantasía que van a encontrar algo vinculado al atentado y 2 programas que no deben tener otra cosa que hacer”.
Milman fue señalado por primera vez a raíz de la declaración del asesor legislativo Jorge Abello, quien afirmó haberlo escuchado pronunciar la frase “Cuando esté muerta yo voy a estar en la costa”, apenas dos días antes del ataque a la entonces vicepresidenta. Según registros de movilidad, Milman viajó efectivamente a Pinamar al día siguiente de esa supuesta expresión, aunque retornó a Buenos Aires el mismo 1 de septiembre, fecha en que Fernando Sabag Montiel intentó dispararle a Kirchner.
Sin embargo, en un giro reciente, el propio Abello fue acusado de falso testimonio y enfrenta un pedido de declaración indagatoria, lo que introduce una nueva línea de dudas en la investigación.