Cada 1° de mayo la Argentina rinde homenaje a una jornada que marcó para siempre la historia de su aviación militar: el denominado Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea. En 1982, durante el conflicto bélico por las Islas Malvinas, los pilotos argentinos protagonizaron por primera vez una acción de combate real, enfrentándose a una de las mayores potencias militares del planeta: el Reino Unido.
En aquella jornada, los escuadrones de la Fuerza Aérea se lanzaron al cielo con una mezcla de coraje, entrega y profesionalismo, decididos a cumplir su misión de proteger la soberanía nacional. Enfrentaron peligros extremos en el Atlántico Sur, atacando objetivos navales británicos con determinación. Muchos de los pilotos que participaron en esas operaciones no regresaron, convirtiéndose en héroes que dieron su vida por la Patria.
Este acontecimiento histórico dio origen a la conmemoración del Día de la Fuerza Aérea Argentina cada 1° de mayo. Más de cuatro décadas después, se recuerda no solo el valor demostrado en aquella gesta, sino también el legado de quienes combatieron y de quienes cayeron. Su ejemplo sigue siendo fuente de inspiración para las nuevas generaciones que integran la institución.
A través de actos, reconocimientos y actividades educativas, el país mantiene viva la memoria de aquel 1° de mayo de 1982. La historia de la Fuerza Aérea no solo se honra en los libros, sino también en cada vuelo, en cada misión y en cada aspirante que decide vestir el uniforme celeste.