Una nueva tragedia volvió a sacudir a la Ciudad de Buenos Aires: una persona en situación de calle murió este fin de semana frente a un Centro de Inclusión Social en Costanera Sur, sin haber recibido atención médica a tiempo ni contención por parte del Estado porteño. La víctima había sido rechazada por el parador, que se encontraba cerrado tras detectarse un caso de tuberculosis en otra persona que también vivía en la calle y debió ser internada en el Hospital Muñiz.

La muerte ocurrió a metros del ingreso al centro, y fue confirmada por organizaciones que diariamente acompañan a personas en situación de calle. Según relataron testigos, la primera ambulancia del SAME que llegó al lugar se negó a asistir al hombre. Tuvo que intervenir la policía hasta que llegó un segundo móvil sanitario, que solo pudo constatar el fallecimiento.

Esta muerte se produce en un contexto alarmante: las cifras de personas sin techo en la ciudad más próspera del país se han duplicado en los últimos años. Las organizaciones sociales señalan con preocupación la falta de sensibilidad y respuesta por parte de la administración de Jorge Macri, que continúa sin implementar políticas públicas integrales para dar respuesta a esta crisis humanitaria.

Lejos de promover soluciones reales, el gobierno porteño parece mirar hacia otro lado mientras cientos de personas sobreviven en las calles sin acceso a derechos básicos como la salud, la alimentación o un techo donde refugiarse. Lo sucedido en Costanera Sur no es un hecho aislado, sino parte de una cadena de desamparo sostenida por la indiferencia institucional y la discriminación hacia los sectores más humildes de la sociedad.