Grave crisis en el Ministerio de Salud: renuncian especialistas en vacunas, VIH y tuberculosis

Un grupo de médicos que dirigían las áreas de Vacunas, Tuberculosis, VIH y Lepra en el Ministerio de Salud presentaron sus renuncias en rechazo a lo que calificaron como el desmantelamiento de los programas esenciales. Responsabilizaron a la gestión actual por no dar respuesta a las “obligaciones básicas que marca la ley” y alertaron sobre el impacto negativo en la salud pública.

Desde comienzos de 2025, los profesionales venían advirtiendo sobre la incertidumbre en la continuidad de los equipos técnicos, lo que se tradujo en recortes que, según denunciaron, fueron presentados como medidas para “terminar con privilegios y curros”. En un comunicado, explicaron que no pueden ser parte de un ministerio donde los programas fundamentales han quedado imposibilitados de cumplir con sus funciones esenciales. Además, remarcaron que la salud pública “no es un gasto, sino una inversión en la vida y el bienestar de toda la sociedad”.

Los médicos también alertaron sobre el aumento de casos de tuberculosis y diagnósticos de VIH y hepatitis registrado en enero, una situación que vincularon directamente con la disolución de las coordinaciones de Hepatitis Virales y Tuberculosis.

La infectóloga Carolina Selent advirtió que los profesionales con residencia perciben salarios por debajo de la canasta básica, lo que hace que el trabajo en el sector sea “insostenible”. Además, señaló que los constantes cambios de autoridades dificultan el desempeño, ya que los especialistas deben explicar reiteradamente sus tareas.

Por su parte, el infectólogo José Barletta, del área de Tuberculosis, VIH y Lepra, destacó que los directores nacionales no tienen un conocimiento claro de las funciones de los equipos técnicos y que se pretende que los pocos trabajadores que quedan asuman las responsabilidades de quienes fueron despedidos. También enfatizó que en enfermedades como hepatitis y tuberculosis, la experiencia es clave, ya que muchos de los profesionales desplazados acumulaban entre 10 y 15 años de trayectoria.

Finalmente, Selent indicó que, ante la negativa de las autoridades a reincorporar al personal cesanteado, la única opción fue la renuncia. “Avisamos que no se iba a poder continuar garantizando las funciones esenciales de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DICEI), pero no hubo respuesta”, concluyó.