El papa Francisco, de 88 años, continúa internado en el Hospital Gemelli de Roma, donde en las últimas horas su estado de salud mostró una leve mejoría. Según el informe oficial del Vaticano, el sumo pontífice se encuentra estable, sin fiebre, con parámetros hemodinámicos normales y sigue respirando de manera autónoma.

En la más reciente actualización médica, se confirmó que Francisco pudo levantarse y desayunar con normalidad, lo que ha sido interpretado como una señal positiva en su evolución. No obstante, persisten episodios de neumonía, aunque controlados.

En medio de su internación, crecieron los rumores sobre una posible renuncia al cargo, lo que generó diversas especulaciones en la esfera eclesiástica. Sin embargo, colaboradores cercanos al pontífice desmintieron estas versiones y aseguraron que su intención es continuar con sus labores.

El cardenal Gianfranco Ravasi aclaró que si bien una renuncia es una opción en caso de un deterioro significativo de su salud, por el momento Francisco sigue enfocado en sus tareas y tiene como objetivo cumplir con el Jubileo del 2025, evento clave para la Iglesia católica. «Si su estado le impidiera llevar adelante su misión, seguramente evaluaría su decisión, pero por ahora su voluntad es continuar», explicó Ravasi en diálogo con el diario italiano Corriere della Sera.

El papa Francisco ha manifestado en diversas ocasiones su fuerte compromiso con la Iglesia y su deseo de encabezar el Jubileo, un año santo que considera de gran relevancia espiritual y que marcaría un momento significativo en su papado.