El espectáculo gratuito del cantante Milo J, programado en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), fue cancelado por una medida cautelar impulsada por el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, con el respaldo del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. La suspensión del evento fue acompañada por un operativo de seguridad de gran magnitud, que incluyó a la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura, generando denuncias de censura y un fuerte rechazo por parte de organismos de derechos humanos.

Milo J, de 18 años, tenía previsto presentar en vivo su álbum 166 (Deluxe) ante unas 20.000 personas que se habían registrado previamente para asistir. Sin embargo, pocas horas antes del inicio del evento, la jueza María Alejandra Biotti, titular del Juzgado Contencioso Administrativo Federal 5, dictó la suspensión de la presentación, argumentando la falta de notificación al Estado Nacional y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas.

La reacción del público no se hizo esperar. Adolescentes y familias enteras que aguardaban el inicio del show manifestaron su indignación ante el despliegue policial, que incluyó carros hidrantes, ambulancias y efectivos fuertemente armados. Según testigos, la presencia de fuerzas de seguridad tenía un claro objetivo de intimidación.

Aldana Ríos, madre y representante del artista, denunció que fueron extorsionados para suspender el show. “Nos dijeron que si no lo cancelábamos, iban a reprimir a todos los chicos que estaban esperando”, declaró. Asimismo, organismos de derechos humanos aseguraron que la suspensión responde a una decisión política y no a cuestiones organizativas, ya que, según el directorio del Espacio Memoria, todos los permisos estaban en regla.

Horas antes de la suspensión, había sido retirada del predio una gigantografía del expresidente Néstor Kirchner ordenando la remoción del cuadro del dictador Jorge Rafael Videla en el Colegio Militar, lo que fue interpretado como un intento de borrar símbolos vinculados a la memoria histórica.

Desde distintos sectores políticos y culturales manifestaron su apoyo a Milo J y repudiaron la medida. Artistas como Soledad Pastorutti y Yamila Cafrune, así como el gobernador Axel Kicillof, expresaron su solidaridad con el cantante y criticaron la decisión del Gobierno.

A pesar de la cancelación, muchos de los jóvenes que acudieron al evento aprovecharon la ocasión para recorrer el predio y conocer su historia. “No tuvimos show, pero al menos aprendí lo que pasó acá”, expresó una joven de 17 años. La suspensión del recital, lejos de desalentar la asistencia, motivó a muchos adolescentes a adentrarse en un espacio que conserva la memoria de los crímenes de la dictadura.

Imagen de portada: El operativo de seguridad que incluyó a la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura..