La situación económica en Argentina durante el primer año del gobierno de Javier Milei ha dejado un saldo negativo en términos laborales y salariales, según el informe presentado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). El informe pone en evidencia las severas consecuencias de las políticas económicas implementadas por el actual gobierno, que han resultado en una fuerte caída en la actividad económica, el desempleo y una notable pérdida de poder adquisitivo.
El panorama económico de 2024 estuvo marcado por una recesión inicial derivada de la devaluación de diciembre de 2023, junto con las medidas de ajuste fiscal adoptadas en los primeros meses del gobierno de Milei. Aunque la economía mostró una leve recuperación en el segundo trimestre, el nivel de actividad aún se mantiene por debajo de los estándares de los años anteriores, con un descenso acumulado del 3,0% a lo largo de 2024. La caída del consumo interno, especialmente en el sector comercial, refleja la falta de señales de mejora, con una contracción del 12,0% en las ventas de supermercados a octubre de 2024, en comparación con el mismo mes de 2023.
Uno de los aspectos más preocupantes es el incremento en el nivel de desempleo, que pasó del 5,7% en el tercer trimestre de 2023 al 6,9% en el mismo periodo de 2024. Este aumento se traduce en aproximadamente 1,6 millones de personas desempleadas, muchas de las cuales provienen de sectores que dependen de mano de obra intensiva, como la construcción y la industria. Además, el empleo registrado también sufrió una importante retracción, con una pérdida de casi 187.000 puestos de trabajo entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, concentrada principalmente en el sector privado.
Los salarios, por su parte, han experimentado una disminución notable debido a la inflación y la devaluación de la moneda. El informe destaca que los salarios del sector privado fueron 5,5% menores en octubre de 2024 en comparación con noviembre de 2023, lo que refleja la pérdida de poder adquisitivo que sufren los trabajadores. Aunque ha habido una recuperación parcial de los salarios en términos nominales, esta es insuficiente para revertir el daño causado por la inflación de principios de 2024.
Por otro lado, el informe revela una creciente desigualdad en la distribución del ingreso, ya que los trabajadores de los sectores más bajos han sido los más afectados por la crisis económica. Estos sectores han experimentado una reducción interanual de más del 10% en su poder adquisitivo, mientras que los sectores de mayores ingresos han tenido una caída más moderada. La situación es aún más grave en el caso de las jubilaciones y el salario mínimo, que han perdido una parte significativa de su valor real, con una disminución superior al 30% en comparación con los niveles de noviembre de 2023.
La pobreza ha alcanzado niveles alarmantes, con un 52,9% de la población en situación de pobreza en el primer semestre de 2024, un aumento considerable en comparación con el 41,7% registrado en el segundo semestre de 2023. Esta tendencia refleja no solo el impacto de las políticas económicas, sino también la falta de medidas efectivas para mitigar los efectos de la recesión y la desigualdad en el país.