El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, expresó fuertes cuestionamientos al Poder Judicial en relación a la causa Vialidad, que podría culminar con la confirmación de la condena contra la expresidenta Cristina Kirchner por parte de la Cámara de Casación. Según Kicillof, lo que está en juego es un “escándalo jurídico” que pone en evidencia la inexistencia de pruebas y, aún más, la imposibilidad de que Kirchner pudiera haber cometido el delito que se le imputa.
Durante una conferencia de prensa en La Plata, el mandatario destacó la gravedad institucional del caso, calificando el proceso como un ejemplo de «derecho fantasía» o «derecho ficción», en el que no existen fundamentos legales para acusar a la expresidenta. «No hay una sola prueba en los expedientes, y lo más grave es que las acusaciones no corresponden a sus competencias como presidenta», señaló Kicillof, subrayando que el juicio no tiene base ni lógica jurídica.
Además, el gobernador consideró que la causa representa una estrategia de «disciplinamiento» hacia aquellos que plantean políticas opuestas a las del gobierno actual, y agregó que la sentencia incluiría la prohibición de ejercer cargos públicos, lo que en su opinión convierte el caso en un claro intento de «proscripción política».
Kicillof recordó que esta causa comenzó en 2016, cuando Javier Iguacel, funcionario de la gestión de Mauricio Macri, lideró una auditoría de Vialidad que consideró «vergonzosa e inexistente», y que, a su juicio, no justificaba el inicio del juicio. En este sentido, comparó la situación con el caso del presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, al cual también calificó de persecución judicial y mediática.
El gobernador finalizó su intervención reafirmando su apoyo a Cristina Kirchner y su rechazo a las maniobras del Poder Judicial, que considera comprometido con intereses políticos. «Desde la provincia de Buenos Aires vamos a seguir trabajando para evitar que el Poder Judicial sea cómplice de estas prácticas», concluyó Kicillof.