Breve explicación de Javier Milei, el extraviado, y sus circunstancias.
Estas líneas tienen el objetivo de desagraviar la figura y la persona del Papa Francisco, quien además de ser un referente mundial, es un buen tipo.
Argentina se encuentra a las puertas de un proceso de cambio y de transformación del mapa político. En los últimos 20 años, dos fuerzas se han repartido a nivel nacional los roles de oficialismo y oposición: el peronismo, por un lado, y la alianza entre el PRO y el panradicalismo, por el otro. Ese esquema pareciera estar llegando a su fin.
El surgimiento de Javier Milei expresa una amenaza a los consensos democráticos consolidados en los últimos 40 años, nutriéndose del rancio menemismo (Roque Fernández, Carlos Rodríguez, Miguel Ángel Toma y Luis Barrionuevo) y del reciclaje de la dictadura genocida del 76, con la lefevrista defensora de genocidas Victoria Villarruel a la cabeza. La alianza no es nueva y trata de replicar la única experiencia reaccionaria popular relativamente exitosa de América Latina: el pinochetismo.
Es importante hablar de las ramificaciones internacionales que llevan a Milei para poder entender bien con qué tipo de personas estamos lidiando. Luego de la victoria de Obama en 2008 en EE.UU., los sectores reaccionarios de ese país expresaron su frustración e intolerancia con el ascenso del primer Presidente negro de la historia de los EE.UU. organizándose en torno al denominado Tea Party, que llevó adelante una agenda de combate al Estado, de reivindicación del derecho a portar armas, sin límite de número ni tipo, y una militancia en favor del supremacismo blanco. Luego de 8 años de gobierno de Obama, quien capitalizó todo el empuje de este movimiento reaccionario fue Donald Trump. Por supuesto que la ridícula concentración de la riqueza y la falta de cumplimiento de expectativas centrales como vivir sin deudas, acceso a salud barata, derecho a la vivienda y progreso económico colaboraron con ese resultado. El poder financiero internacional y su representante político, el Partido Demócrata, son una máquina insaciable de acumular y generar desigualdades, aunque ahora finjan defender los derechos de las minorías étnicas y sexuales y hablen de justicia social. Aunque se vista de seda, mona queda.
Con Donald Trump se produjo un fuerte cambio en el escenario internacional, ya que por primera vez EE.UU. comenzó a sabotear a las instituciones del orden internacional de posguerra: la Organización Mundial del Comercio, la ONU y la OTAN, alianza militar liderada por EEUU para enfrentar a la Unión Soviética, fueron atacadas y cuestionadas por el trumpismo. Se ordenó el asesinato del General de mayor rango de una potencia regional, responsable del exterminio del ISIS, y chantajeó a México, a China y a la Unión Europea para obtener ventajeas comerciales para EE.UU. En otro acto de desdén de Trump por las instituciones de posguerra, decidió pasarse por alto los estatutos del desprestigiadísimo FMI y le prestó a Mauricio Macri 50 mil millones de dólares para que pudiera ser reelecto. Es decir, utilizó como chequera personal los fondos del organismo, de paso enganchando a la Argentina en una situación de endeudamiento que generaría dependencia hacia los EE.UU.
El trumpismo se ha consolidado como un movimiento internacional e impulsa con furia a los imbéciles fascistas que integran sus filas. En Brasil impusieron al muy limitado Jair Bolsonaro, un capitanucho del Ejército dado de baja por indisciplina y que vivió 30 años de las arcas públicas siendo un ignoto diputado federal al servicio de los paramilitares y el gatillo fácil. En Francia su representante es el lepenismo, los residuos de los colaboracionistas de la ocupación nazi, y en España sus agentes son los miembros de Vox, una fuerza integrada por el posfranquismo y financiada con dinero de la exiliada oposición iraní. En Inglaterra lograron estimular un nacionalismo de maceta que impuso la salida de la Unión Europea y, de la mano de Boris Johnson, gobernaron el país pirata varios años. Viktor Orban en Hungría, Geert Wilders en Holanda, Manini Ríos en Uruguay, el Partido Colorado facción Cartés en Paraguay…..la enumeración es al solo efecto de demostrar que el trumpismo es una fuerza internacional ordenada y coordinada con sucursales en todo el hemisferio occidental. Otra figura de relevancia de este espacio internacional es el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien enfrenta fuertes protestas internas de los sectores moderados y de la izquierda de su país por querer reducir el poder de control de la justicia sobre los actos del Poder Ejecutivo, en momentos en que el Poder Judicial lo investiga por casos de corrupción. Es notable también el enfrentamiento y la actitud hositl de Netanyahu con el Partido Demócrata y su preferencia por Donald Trump, decisión atravesada por la decisión de los demócratas de firmar un acuerdo con Irán en 2016, al cual Trump desconoció durante su presidencia
A todos estos extremistas los une la hostilidad contra la periferia, de la que extraen sus recursos, pero no toleran que presionen sus fronteras o siquiera que formen parte de sus sociedades.
El ataque a la figura de Francisco por parte de Milei intenta mostrar al mundo que el Papa es rechazado en su tierra. Milei se presenta como una figura disruptiva que viene a llevarse puesto a la dictadura de la corrección política, al lobby de las minorías en perjuicio de las mayorías silenciosas y, sobre todo, a la política en el sentido tradicional del término. Milei y su tropa son unos fascistas no porque crean que la sociedad deba organizarse corporativamente, sino porque están en contra de la convivencia de distintas expresiones y fogonean la frustración existente en la población. Porque no tienen ninguna tolerancia ni deseo de tolerar al otro es que todo es comunismo, todo es bolchevique, todo es ser zurdo. Hoy en día defender la educación y salud públicas te convierte en un rojo extremista. Por supuesto que esta pirueta intelectual solo es posible cuando la formación política de la sociedad y, sobre todo, de los dirigentes, es mala o nula, y hay un caldo de cultivo propicio por frustración de expectativas.
No quisiera dejar de mencionar que el armador político del trumpismo ha instalado sus cuarteles generales en las afueras de Roma, como para dejar en claro que entienden quién es el enemigo ideológico que les preocupa y donde está el centro de resistencia a su proyecto racista y excluyente. Se trata de Steve Bannon, un alcohólico rehabilitado que fue Vicepresidente de la consultora Cambridge Analytica, acusada de difundir información falsa en la campaña en Gran Bretaña por la salida de la Unión Europea, inclinando la balanza definitivamente en favor de los ultranacionalistas. Ex marino de EEUU, ex banquero en Goldman and Sachs, tiene un perfil ecléctico y es una persona talentosa en materia de comunicación y organización políticas. Es el encargado de armar los equipos de comunicación y estuvo detrás de la entrevista que algunos días atrás Milei ofreció al periodista de Tucker Carlson, que incluyó una pantomima de cambio de dólares por pesos en una cueva. Esto es parte de las escenas efectistas de sensacionalismo sensiblero con las que Steve Bannon trabaja para desprestigiar a sus rivales. El proyecto de dolarización que vende Milei ya fue propuesto en una entrevista de la Fox News en 2019 por un funcionario del Departamento del Tesoro de los EE.UU. de Trump. Se trata de un proyecto geopolítico del trumpismo, para mantener a la Argentina dentro de su zona de influencia, y por eso mismo la dolarización debe ser combatida sin cuartel, sin importar las consecuencias, sin especular.
La acusación de comunista a Francisco de parte de Mieli tiene que ver con lo que interpreta como una traición, en tanto el Papa Juan Pablo II fue un gran sostén ideológico de Reagan y Thatcher, admirados por Milei, en su lucha contra la URSS. Francisco abandonó en América Latina la proximidad de las sotanas a los poderes conservadores e impulsa una acción para sus sacerdotes más vinculada con lo popular, rol del que Juan Pablo II los había retirado. Lentamente, la maquinaria de la Iglesia Católica vuelve a organizar a los sectores populares y a ponerlos como prioridad, es decir, retoma la vieja doctrina social de la iglesia. Y a esto es a lo que Milei apunta cuando critica a la justicia social y a la frase de Eva Perón “donde hay una necesidad, hay un derecho”. A pesar de su pobreza espiritual e intelectual, Milei ha demostrado ser una herramienta efectiva y sus ataques contra Francisco no cesarán por cuanto su alianza es con los sectores ultraconservadores dentro de la curia romana que perdieron influencia cuando finalizó el papado de Benedicto XVI.
Como argentinos y personas de bien, tenemos la obligación de defender el buen nombre y la figura de nuestro referente, el Papa Francisco, que tiene tal relevancia que es blanco directo del ataque no solamente de microbios como Milei, sino de una parte muy grande del poder internacional, que explora salidas extremistas y reaccionarias a la inevitable pérdida de influencia y de poder de occidente a manos de otros países. Ya no podrán hacer lo que quieran con la periferia, mal que les pese. Perdieron, por eso gritan e insultan. Sigan llorando.
Milei, aunque te duela, el Papa Francisco es el argentino más importante de la historia de esta patria y vos sos un residuo que vas a terminar más temprano que tarde en el basurero de la historia. ¡Abajo los fascistas y el libertarianismo! ¡Vivan la Argentina, los sectores populares y el Papa Francisco!
Este es el documento que se leyó en la Oración Interreligiosa que el Viernes 22 de septiembre se llevó a cabo en la localidad de Villa Madero partido de La Mantanza.( ver notas) https://www.telam.com.ar/notas/202309/641326-papa-francisco-oracion-interrreligiosa.html https://bairesparatodos.com.ar/por-el-papa-oracion-interrreligiosa-desde-la-periferia/ https://elnacionaldematanza.com.ar/2023/09/25/por-el-papa-oracion-interrreligiosa-desde-la-periferia/
Fuente: Baires para todos.
