En un taller de San Alberto, Isidro Casanova, partido de La Matanza, durante los últimos meses, se diseñaron y pintaron más de 30 banderas que viajaron a Qatar. «Y tuvimos que rechazar más de diez pedidos porque no nos daba el tiempo», explica Raúl (36), mucho más conocido como «Cacho».
Es el «capitán» de uno de los cinco o seis talleres del país que se dedican pura y exclusivamente a pintar banderas de cancha por encargo. Desde aproximadamente 2010, pintar banderas se convirtió en un nuevo oficio en Argentina. Prácticamente todas las banderas que se pueden ver en los partidos de la Selección en el Mundial Qatar 2022 se hicieron en estos talleres. Además, exportan su trabajo: reciben encargos de hinchas de equipos de distintos países.
El equipo de Raúl se llama Aerografía del Oeste y está compuesto por «Koki», Iván, Facundo y Sergio. Cada uno es fuerte en algo: uno hace las letras, otro los retratos, otro pinta, otro hace los bocetos, otro se encarga de comprar las telas, pinturas y aerógrafos. Pero los cinco terminan haciendo todas las tareas.
«Lo que más nos piden son retratos de Messi y de Maradona. Hicimos varias que tienen sus dos rostros», detalla Raúl. «Las medidas reglamentarias de FIFA son 2 metros por 1,5. Pero varios nos pidieron más grandes y se las ingeniaron para entrarlas. Desde que llegan al aeropuerto nos envían fotos de las banderas. Y desde las canchas, un montón», agrega.
Una bandera puede costar cerca de 20 mil pesos. Pero los precios varían de acuerdo a lo que se pida: un retrato no es lo mismo que un escudo y si hay que pintar dos caras el precio es mayor. Las que son solo con letras son más baratas.