Es una constante la confrontación entre el Jefe de Gobierno de CABA, Horacio Larreta, con el gobernador porteño de la Provincia de Buenos Ayres, Axel Kicillof. Mientras el régimen político centralista se mantenga, la discusión será la misma: la pelea por recursos.
En esta disputa, que es puramente ideológica, como en las guerras, no solo pierde el pueblo, también la verdad, que poco parecen importar. Los índices y estadísticas se ocultan, se mal interpretan, dibujan o tergiversan a favor de uno y otro. Y se compra un relato.
La mitad de las personas que trabajan en CABA provienen del Conurbano. Pero también los hay quienes viven en CABA y trabajan en Provincia. Según datos de la Dirección de Estadística y Censos porteña (2021) marcan que en CABA hay 2.741.500 puestos de trabajo formales, de los cuales la mitad -1.365.500- son ocupados por personas que vivían en la Ciudad y 1.376.500 en el Conurbano. A su vez, 265.500 residentes porteños se desempeñaban en el Conurbano.
Se calcula alrededor de 2 millones de personas que ingresan a CABA, de lunes a sábado, por diferentes motivos. Es una gran urbanópolis que interactúa permanentemente y debieran trabajar, colaborar y cooperar, en bien del pueblo todo.
Cerca del 14% de la población de 18 años residentes en el Conurbano se trasladan a CABA para recibir atención, mientras que sólo un 4% lo hace en el sentido inverso. Representan aproximadamente a 1,5 millones de personas que se movilizaba desde el Conurbano hacia los hospitales porteños, mientras que alrededor de 122 mil lo hace en sentido inverso. Asimismo, un 33% de los pacientes, con residencia permanente en el Conurbano, se han internado en los hospitales de CABA.
La región denominada «conurbano» nace como extensión de Capital Federal, pero sin saber dónde termina. Sigue expandiéndose, con otras denominaciones, hoy es: Área Metropolitana del Gran Buenos Ayres (AMBA), que va desde Escobar a Gral. Rodríguez, de Cañuelas a San Vicente y La Plata-Berisso. Son 40 municipios más la Ciudad de Buenos Aires. Es la decimocuarta aglomeración urbanas más pobladas del mundo.
El Conurbano tiene una de las peores cifras e índices de la Argentina. Responsables: la Ley de Coparticipación Federal; el régimen centralista, donde los municipios siempre están mirando hacia La Plata y, ésta al poder central; sus gobernadores no conocen la provincia, la mayoría de ellos son porteños o aporteñados. Hay una profunda migración de jóvenes que se van de sus pueblos hacia las grandes urbes. El centro y sur bonaerense tienen una tasa negativa del 2% en crecimiento población. En los municipios costeros es positiva, con un 20% y del Conurbano un 35%, en los últimos 10 años. La provincia de Buenos Ayres necesita de una política de poblamiento, tiene 20 áreas de gobierno…generando burocracia que hacen retardatarias toda ejecución política.
Nuestra provincia no necesita mendigar recursos, mirar a quién quitárselos. Pelearse. Requiere que la conozcan, que la comprendan e interpreten.
La provincia Bonaerense precisa terraformarse, transformar sus estructuras de gobierno en un sistema de gobierno más federal, descentralizado, con un sistema municipal autónomo, donde los pueblos sean parte fundamental en las decisiones del futuro que quieran tomar…y no convidados de piedra. Por una Buenos Ayres humana.