Cada 14 de febrero se celebra el Día de los Enamorados y por ello queremos recordar una de las historias de amor más famosas de nuestra tierra.

En 1998, Joaquín Sabina estaba instalado en Argentina grabando el disco Enemigos íntimos junto a Fito Páez cuando conoció a Paula Seminara, una chica de 19 años que vivía en Gonzalez Catán. Por aquel entonces, el músico español tenía casi 50 años pero la diferencia de edad no importó para enamorarse y vivir un apasionado romance durante un año y medio con esta joven que fue a verlo al hotel donde se alojaba para conseguir su autógrafo y, al no encontrarlo, le dejó una carta en la que manifestó su deseo de conocerlo. Y a partir de ahí, lo típico: la invitó a un show, fueron a cenar y Cupido se encargó del resto.

Juntos recorrieron distintos países en la gira presentación del disco pero también, las calles de Gonzalez Catán porque a Sabina le encantaba rodearse de la familia de Paula. Frecuentaban Pepote, una pizzería del barrio y festejaron el vigésimo cumpleaños de la joven con una reunión íntima en la que el músico y su suegro cantaron sin parar desde las 10 de la noche hasta al amanecer. “En mi casa entraban y salían vecinos a cada rato. Fue una noche muy especial”, recordó la mujer años después.

Joaquín en González Catán cantando la zamba “El Arriero Va” de Atahualpa Yupanqui junto al padre de Paula.

Fue Paula quien le contagió su pasión por Boca Juniors y si bien nunca pudieron ir juntos a la cancha, la ruptura originó uno de los temas más celebrados del cantautor, Dieguitos y Mafaldas. Con el corazón roto por el abandono de su novia bonaerense y en viaje a Madrid, escribió una canción con una identidad argentina que nos define y aún se sigue cantando: “Veinte años cosidos a retazos, de urgencias, disimulos y rutinas. Veinte años cumplidos en mis brazos, con la carne del alma de gallina. Veinte años de príncipes azules que se marchaban antes de llegar, veinte tangos de Manzi en los baúles, veinte siglos sin cartas de papá. De González Catán en colectivo, a la cancha de Boca por Laguna -en referencia al transporte público de la Línea 86 que une el oeste del conurbano con La Boca-. Va soñando, hoy ganamos el partido, la niña de los ojos de la luna”.