El principio del 2020 prometía ser un gran año para el club Floresta Rugby, equipo que juega en la zona desarrollo de la Unión de Rugby de Buenos Aires. Contaban con más de 250 jugadores en el club, contando infantiles, juveniles y plantel superior y aspiraban a inaugurar un predio nuevo en Namuncurá, Aldo Bonzi provincia de Buenos Aires, con una cancha de rugby en la que iban a poder jugar y entrenar, pero más importante aún tener un lugar de pertenencia.
La pandemia le cayó durísimo a los clubes chicos del país y Floresta Rugby es uno de los que más lo sufrió, al no tener el predio terminado la gente no tiene lugar donde juntarse. Hoy no cuentan con equipos completos en juveniles y tienen unas 35 personas en plantel superior. Apenas pueden presentar una primera, una intermedia y algunos jugadores participan en los dos equipos. Además cuentan con muy pocos primeras líneas que son indispensables para jugar, ya que son requeridos por reglamento para poder empezar el partido porque son esenciales para disputar el scrum.
El club fue fundado en 2005, todo comenzó por una idea alocada de Juan Marchetti. A este ex rugbier se le ocurrió, un día, que era posible fundar un nuevo club de rugby. Así que empezó a repartir panfletos por todo el barrio de Floresta: a mano, pegándolos por el espacio vacío que encontrase y más. Fue de esta forma que, pasado un tiempo, puso fecha para ver si la recorrida había funcionado. El 3 de septiembre de 2005, en el predio de Luz y Fuerza, solo un chico se presentó para entrenarse. Ese chico quedó en la historia como el primer jugador del Floresta Rugby Club, una forma de sentir la vida dentro y fuera de la cancha.
El sueño del club es poder conseguir y tener un predio propio, para poder tener una sede donde toda la gente de Floresta pueda jugar al rugby.
Hoy Floresta está tratando de terminar la cancha en el predio alquilado en Namuncurá, ya consiguieron las “haches” y esperan poder colocarlas para poder pintarlas y que la URBA vaya a habilitarla. El sueño del club es poder conseguir y tener un predio propio, para poder tener una sede donde toda la gente de Floresta pueda jugar al rugby, puedan seguir ayudando a las familias que lo necesitan y que todos los socios se sientan como en su segunda casa.
Fuente Infobae