A pesar de las restricciones, las aglomeraciones en muchos barrios de La Matanza fueron inminentes. La situación se replicó en distintos puntos del país

La conquista de la Copa América ante Brasil en el estadio Maracaná provocó un estallido de júbilo en los fanáticos argentinos que, apenas consumada la victoria de Argentina por 1-0 en la final, salieron a las calles en cada rincón del país.

Con barbijos muchos vecinos se reunieron en la famosa plaza de Dorrego para celebrar el tan esperado triunfo argentino al grito de: «¡Dale campeón, dale campeón!»