En mayo del año pasado y en plena pandemia, manifesté mi indignación sobre la liberación de cientos de presos con la excusa de la pandemia. Hoy casí un año despues, se comprobó que muchos volvieron a delinquir, y en la últimas horas se conoció que uno de ellos -liberado en octubre- es el asesino de la psicóloga, María Rosa Daglio, hecho ocurrido en Ramos Mejía.

¿Qué van a decir ahora los Derechos Humanos? ¿Con qué cara muchos funcionarios abolicionistas de este gobierno pueden mirar a esas hijas que pasaron horas sufriendo la pérdida de su madre en televisión y reclamando justicia?.

En las últimas horas efectivos policiales detuvieron en Castelar, partido de Morón, a Alejandro Miguel Ochoa -quien según fuentes del caso-, sería el autor del robo que provocó la muerte de María Rosa en Ramos Mejía. Este asesino salió de la cárcel el año pasado amparado en un beneficio a raíz de la pandemia.

Ochoa de 55 años, tiene un prontuario que data desde 1990, comenzó a delinquir cuando tenia 24. En 2017 fue condenado a 8 años de carcel por otros robos cometidos a bordo de su moto a mujeres en Mar del Plata, donde una de sus víctimas terminó con fracturas. En 2020 recibió un beneficio por la pandemia de COVID y logró salir de presión.

¿Por qué ahora el Presidente Alberto Fernández, la Ministra Sabina Frederic y sectores del progresismo vacío, no hablan de garantismo?. Muchos, hoy también son culpables de la muerte de la psicóloga María Rosa Daglio.

 

Miguel Saredi

Presidente de la Mesa de Acción Política del Partido Federal.

Ex Diputado Nacional – Concejal de La Matanza – Docente Universitario.