El Dr. Hugo Lopez Carribero es abogado penalista graduado en la Universidad de Buenos Aires, completando su formación profesional en la Escuela de Leyes de San Diego, California, Estados Unidos.

Desarrolla actividades académicas, desempeñándose como profesor universitario, siendo a su vez, el director del Instituto de Derecho Penal en el Colegio de Abogados de La Matanza. Cabe destacar que Lopez Carribero, además, dicta cursos y seminarios destinados a los jóvenes abogados que quieran convertirse en abogados penalistas.

Con sus oficinas en San Justo, cabecera de La Matanza y corazón de Gran
Buenos Aires, el penalista del Conurbano Hugo Lopez Carribero expande sus contactos por toda la provincia de Buenos Aires.

Uno de los casos más emblemáticos en el que le tocó trabajar fue en el defensa de Julio Vittone, el joven acusado de encender tres bengalas en el boliche Cromañón.

Casi inexplicablemente Lopez Carribero logró el cierre de la causa, de manera definitiva.

Otro caso, muy conocido mediáticamente, en el que el abogado penalista desempeñó su rol de defensor, fue el de Bernarda Garay Ocampo, más bien conocida como “La justiciera de Villa Madero”. El caso tomó público conocimiento debido a que la mujer hizo justicia por mano propia, y le quitó la vida a uno de los ladrones que había ingresado a robar a su casa.

En el ambiente judicial, se trataba de un asesinato hecho y derecho en el que la mujer no tenía manera alguna de evitar las consecuencias. Pero Lopez Carribero logró convencer al juez de que la mujer era inocente.

Desde ese entonces, en el año 2007, se lo comenzó a llamar “El Penalista del Conurbano”, un slogan preciso para mostrar al hombre y a su temperamento.

Aunque Lopez Carribero también lleva casos en los Tribunales de Capital Federal, su área de injerencia siempre ha sido el Conurbano, donde además vive desde el año 1970.

Es un fiel hincha de Deportivo Morón, un club del Nacional B que jugó en primera división solo en el año 1968, dos años antes que Lopez Carribero naciera.

Coleccionista de corbatas y fanático de la numismática, en su quincho se acostumbra a realizar grandes reuniones con sus colegas profesionales. Hacen asados, paellas, pero sobre todo, campeonatos de truco y póker hasta altas horas de la madrugada.

Lopez Carribero es un apasionado de la actividad académica, pero aún más del ejercicio de la profesión.