La cuarentena obligatoria contra la pandemia de coronavirus que llevan adelante más de 3000 millones de personas en todo el mundo generó impactantes cambios en la vida animal y en las naturaleza en su conjunto. Pero dentro de esas noticias sorprendentes, la cadena BBC realizó una investigación sobre un cambio de comportamiento curioso: el de las ratas.

Allí describe el ejemplo de lo que ocurrió en las últimas semanas en Nueva Orleans, Estados Unidos. Gran cantidad de roedores invadieron calles o lugares donde antes no eran apreciados o estaban controlados. Esto se réplica en muchos sectores de La Matanza.

Esa situación, según los investigadores, tiene una explicación. La vida de los roedores depende en muchos lugares de los desperdicios o basura que puedan ingerir durante la noche. Si los restaurantes y bares cierran debido al confinamiento, las ratas ya no tienen qué comer porque no hay basura en los lugares en los cuales antes solía haberla.

Muchos vecinos nos hicieron llegar a nuestra redacción denunciando esta situación en localidades como Laferrere, González Catan e Isidro Casanova, como tantos otros de La Matanza

Las ratas hambrientas «pueden deambular bastante y terminar en un vecindario completamente diferente que no tenía ratas antes», sostiene un experto a la BBC.
A largo plazo inciden también el cambio climático y otros factores. Pero también el hecho de que las plagas tienen una altísima tasa de reproducción y, si no se hacen controles, se dan estas consecuencias.


Por lo pronto el rubro del control de plagas fue incluido entre las ocho nuevas excepciones al aislamiento social preventivo, y las empresas de fumigación volvieron a trabajar a partir del viernes.

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