El hijo del expresidente dio una entrevista en donde manifestó su descontento con la política minera del Gobierno y afirmó que la UCR «calla» este tema.

Ricardo Alfonsín brindó una entrevista en donde fue lapidario respecto a la política minera del Gobierno de Mauricio Macri. «Desde el 2015 parece que dejamos de decir lo que siempre dijimos. No se puede ser tan obediente con el Presidente cuando va en contra de nuestros principios», expresó.

 

El hijo del expresidente fue protagonista de numerosas manifestaciones contra la megaminería durante la gestión kirchneristas, ayudando a desplazar empresas cuestionadas como Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold y Midais.

La explotación minera volvió a ser centro de discusión en varias provincias, especialmente en Chubut, donde está prohibido el uso de cianuro a cielo abierto. El problema surge con la llegada de mayores inversiones en el sector y el cuidado ambiental.

 

Al llegar al Gobierno, Macri asumió una política de seducción de las firmas mineras, decretando el fin de las retenciones a las exportaciones.

«No estoy en contra de la minería. Eso es una estupidez. Es como decir que estamos en contra de la agricultura porque señalamos que usan fertilizantes que pueden ser peligrosos. No, estamos en contra de la política minera tal cual está, porque no es buena para el país desde el punto de vista económico, fiscal y ambiental», argumenta el radical.

 

«Macri no nos consulta nada, nos anoticiamos por los diarios. Pero ni siquiera pataleamos. Hace dos años que la UCR hace un silencio peligroso con la megaminería, a la que repudiamos durante los 12 años del gobierno anterior», dijo el político.

En en una nota a Infobae, Alfonsín habló sobre el tema y reafirmó duras críticas al Gobierno sobre este tema.

 

Sobre la política minera en el Gobierno de su padre, expresó: «En la época de mi padre no existía la megaminería, no existía la actual política minera de explotación a cielo abierto, porque la actual política minera surge de la ley que se sanciona en la década de los ´90, elaborada por el Banco Mundial, y que es muy mala para los argentinos, aunque los argentinos no nos hayamos dado cuenta.»

Al ser consultado sobre el ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo: «Lo que el ministro debería explicar es la razón por la que el Gobierno considera conveniente que esté en manos privadas, y no estatales, una actividad estratégica para la economía del país, y además monopólica. Si debatiéramos sobre esto, que es la cuestión de fondo, comprobaríamos que las preferencias del Gobierno no son técnicas sino ideológicas».

 

 

Sobre si Ernesto Sanz ‘entregó’ a la UCR: «Yo digo que Sanz saltó sin red. No hubo acuerdo programático, no aseguramos mecanismos de participación en las decisiones. En definitiva, no se está cumpliendo lo que dijimos en la convención partidaria de Gualeguaychú. Y esto lo vengo remarcando hace rato.»

Al finalizar explicó cuáles son los pasos a seguir en el partido: «Hay que terminar en Cambiemos con la hegemonía del PRO, que es un partido liberal de centro-derecha. Hay que fortalecer a la UCR y su histórico perfil republicano, de centro-izquierda. Hay que mostrar que somos distintos. Esa era una riqueza, un activo de Cambiemos. Ahora parece ser que esa diferencia es un disvalor, mientras que la uniformidad y la escribanía aparecen como lo valioso. Y yo creo que no hay que callarse las diferencias, y menos en temas tan sensibles, donde hay tantas cosas en juego, como puede ser el de la política minera.»

 

Fuente: Diario 26

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