Tras meses sin actualizaciones, gremios y organizaciones sociales se movilizan para exigir un incremento que recupere el poder adquisitivo perdido
El Gobierno convocó nuevamente al Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil para discutir el valor del sueldo mínimo, luego de un largo período en el que el piso salarial permaneció sin modificaciones. La reunión está prevista para este miércoles a las 12:30 en la Secretaría de Trabajo, en un escenario atravesado por la marcada pérdida del poder de compra de los ingresos.
La última actualización del salario mínimo se realizó en agosto y desde entonces permanece en $322.200 para trabajadores con una jornada semanal de 48 horas. En el caso de los empleados jornalizados, el monto establecido es de $1.610 por hora, cifras que quedaron muy por debajo de la inflación acumulada en los últimos meses. Según diversas centrales sindicales, el atraso llevó al salario mínimo a niveles incluso inferiores a los registrados en 2001 y lo posicionó como uno de los más bajos de la región medido en dólares.
La falta de convocatoria durante casi seis meses generó un clima de creciente tensión entre los gremios y organizaciones de la economía popular. Por este motivo, distintos sectores sindicales, movimientos piqueteros y trabajadores de programas socio-comunitarios anunciaron movilizaciones hacia la Secretaría de Trabajo para acompañar la reunión del Consejo.
Entre los principales reclamos se destacan la necesidad de equiparar el ingreso mínimo con el valor de la Canasta Básica Total, la reactivación de programas laborales que se encuentran paralizados y la entrega de un bono de fin de año para compensar la caída del poder adquisitivo. Además, advierten que eventuales modificaciones en los mecanismos de movilidad contemplados para el Presupuesto 2026 podrían profundizar aún más la crisis de ingresos.
La expectativa se centra ahora en la resolución del encuentro, considerado clave para determinar si habrá una recomposición del salario mínimo acorde al contexto económico y a la presión creciente de los sectores más afectados por la inflación.