Con el escrutinio final, el panorama político argentino cambió por completo. El peronismo recuperó La Rioja, Río Negro y más de 80 municipios chaqueños, además de decenas de distritos donde el conteo provisorio había favorecido a La Libertad Avanza. Crecen las sospechas sobre un operativo de fraude organizado.
El recuento definitivo de votos arrojó un vuelco significativo en varias provincias y municipios del país. Los datos finales confirmaron la recuperación de La Rioja, Río Negro y más de 80 localidades en Chaco por parte del peronismo, luego de que en el escrutinio provisorio se informaran resultados favorables a La Libertad Avanza.
La revisión de las actas electorales reveló una serie de irregularidades que, según distintos espacios políticos y observadores, habrían alterado la voluntad popular. Se detectaron inconsistencias en la transmisión de datos, mesas con diferencias notorias entre las actas físicas y los registros digitales, y votos anulados sin justificación.
Dirigentes del peronismo calificaron la maniobra como “un intento descarado de manipular la democracia argentina” y señalaron que detrás de los resultados provisorios hubo una “red de engaño electoral” montada con el objetivo de modificar el mapa político nacional.
“La gente habló en las urnas, pero quisieron silenciarla con trampas. El pueblo se levantó y recuperó lo que le quisieron arrebatar”, señalaron referentes del movimiento, que destacaron la importancia del trabajo de fiscales y autoridades de mesa en la recuperación de los votos.
El caso de Chaco resultó emblemático: más de 80 municipios que habían sido adjudicados a La Libertad Avanza terminaron finalmente bajo administración peronista tras el recuento definitivo. Una situación similar se replicó en otras provincias, donde los resultados corregidos mostraron diferencias significativas con respecto a los difundidos en la noche electoral.
Ante la magnitud de las irregularidades, distintos sectores reclaman que se audite el proceso nacional y se revisen los mecanismos de transmisión de datos. Algunos juristas incluso sostienen que, de confirmarse el patrón de manipulación, el comicio general debería ser repetido.
La polémica reabrió el debate sobre la transparencia del sistema electoral argentino y la necesidad de garantizar que cada voto cuente. En medio del clima de desconfianza, el peronismo celebra la recuperación de sus distritos y asegura que “la democracia se defiende en las urnas, pero también en el recuento”.
 
 
							 
 
 
 
 
 
 
 
 
