En diálogo con Tomás Del Duca en Radio del Plata, el dirigente peronista Miguel Saredi analizó el complejo panorama político y económico del país. Cuestionó la polarización ideológica, advirtió sobre una crisis social inminente y reivindicó la “tercera posición” del peronismo como camino de equilibrio entre el Estado y el sector privado.

Durante una entrevista con Tomás Del Duca, Miguel Saredi realizó un profundo análisis sobre la realidad nacional y planteó la necesidad de recuperar el espíritu del peronismo clásico: el de la tercera posición. Para el dirigente, esa doctrina sigue siendo una alternativa válida frente a los extremos ideológicos y las falsas dicotomías que atraviesan la política argentina.

“La opción no es Trump o Venezuela, hay una tercera posición”, sostuvo Saredi con firmeza, al cuestionar el discurso binario que divide a la sociedad entre quienes apoyan modelos opuestos. “El peronismo siempre fue algo distinto. Propuso un camino propio, en el que el Estado, los trabajadores y los empresarios conforman una comunidad organizada. Esa articulación es la que permite que los que más tienen y los que menos tienen convivan en equilibrio”, explicó.

El dirigente señaló que el país atraviesa un momento de fuerte fragmentación social y de pérdida de valores democráticos. “En las democracias no puede haber enemigos, solo adversarios políticos. Sin embargo, este gobierno ha instalado la idea del enemigo, considerando peligroso a quien piensa distinto. Eso destruye el diálogo y genera un clima de enfrentamiento permanente”, advirtió.

Respecto de la política exterior, Saredi criticó las contradicciones del actual rumbo económico. “Se busca apoyo de Estados Unidos, pero se desconoce que incluso Donald Trump impulsa un capitalismo nacional, con intervención estatal y defensa del trabajo propio. En la Argentina, en cambio, se intenta aplicar un modelo financiero sin considerar el desarrollo interno”, expresó.

En el plano económico, el referente peronista coincidió con otros analistas en que el panorama después de las elecciones será muy complejo. “La gente no puede ahorrar. Y si puede, lo hace en dólares o en bienes, porque no confía en el peso. Es una cuestión de sentido común: el argentino percibe un país carísimo en dólares y con una moneda débil. Eso no se sostiene mucho tiempo”, alertó.

Saredi también se mostró preocupado por la situación social y el descontento generalizado. “Estoy muy preocupado por lo que va a pasar en noviembre y diciembre. Más allá del resultado electoral, la realidad económica será difícil. Si no se toman medidas profundas, el malestar social puede ser muy grande. La gente no aguanta más”, señaló.

Por eso, pidió a la dirigencia política dejar de lado las disputas internas y empezar a construir consensos. “No se puede esperar a las elecciones para actuar. El país necesita señales claras de unidad y de compromiso. El peronismo debe dar el ejemplo y evitar las peleas internas”, subrayó.

El dirigente también hizo referencia al deterioro social y emocional que atraviesa la sociedad argentina. “Nunca vivimos tan mal. Se ha construido una sociedad muy desigual y eso nos quita la felicidad colectiva. Como decía el general Perón, si la iniciativa individual se apropia de la felicidad común, se pierde el sentido de comunidad”, reflexionó.

Para Saredi, el desafío actual va mucho más allá de la economía. “Hay que recuperar la idea de comunidad, de trabajo compartido y de equilibrio entre el Estado y la iniciativa privada. Ese es el camino que proponía el peronismo y que hoy vuelve a ser necesario. La tercera posición no es pasado: es una respuesta concreta para el presente argentino”, concluyó.