Las universidades nacionales volverán a ser protagonistas de una protesta masiva frente al Congreso este miércoles, en el marco de la tercera marcha federal. La consigna central, que reunirá a docentes, estudiantes, médicos, trabajadores de la salud, jubilados y diversos movimientos sociales, será el rechazo al veto de la ley de financiamiento educativo.

La convocatoria, que se viene gestando con clases públicas y paros escalonados, promete superar las anteriores en cantidad de participantes. A los gremios docentes y las federaciones estudiantiles se sumarán sindicatos de la CGT, ambas CTA y profesionales del Hospital Garrahan, quienes también reclamarán contra el veto a la Ley de Emergencia Pediátrica. El acto central se espera a las 18 horas en la Plaza del Congreso.

El sector universitario sostiene que el veto presidencial deja a las facultades en una situación crítica, con salarios deteriorados por la inflación y recursos cada vez más escasos. “No a los vetos. Sí a la Universidad y la Salud Pública”, será la consigna que unifique a miles de manifestantes.

Desde el ámbito legislativo, la atención estará puesta en lo que ocurra dentro de la Cámara de Diputados, donde la oposición intentará insistir con el rechazo al veto. La ley de financiamiento había sido aprobada inicialmente con un amplio respaldo, pero los números para alcanzar los dos tercios hoy parecen inciertos.

El anuncio presidencial de un presupuesto universitario de 4,8 billones de pesos no logró frenar la protesta. Por el contrario, fue considerado insuficiente por el Consejo Interuniversitario Nacional, que advirtió que esa cifra “consolida el ajuste sobre el sistema universitario”.

Un informe del Instituto de Estudios y Capacitación (IEC) mostró que, en lo que va de la gestión, las universidades nacionales sufrieron una caída real del 22,5% en su presupuesto y los salarios docentes un 28,1% respecto a 2023. También se destacaron retrocesos en becas, infraestructura y ciencia y tecnología, con un recorte del 30% en el área.

La Universidad de Buenos Aires (UBA), en tanto, ya implementó medidas de emergencia para garantizar su funcionamiento hasta fin de año, limitando servicios básicos como calefacción, aire acondicionado y el uso de ascensores, salvo en hospitales y casos de movilidad reducida.

La movilización no se limitará a Buenos Aires: en Córdoba, Rosario y Mendoza se organizarán marchas paralelas. La comunidad universitaria y las organizaciones sindicales buscan mostrar una presión social capaz de incidir en el debate parlamentario.