El cimbronazo electoral del domingo pasado dejó varios aspectos para analizar: ¿ganó Fuerza Patria o perdió LLA? ¿es un cheque en blanco el voto a Kicillof?, Preguntas qué tratare analizar.  

 

Por: Maciel Melisa en MetaVerso Viernes 18 a 19 horas.

Ante el bochorno que envuelve a LLA entre casos de supuesta corrupción por parte de la secretaria general de Presidencia Karina Milei y los Menem,  la crisis del Fentanilo, la criptoestafa, a esto se le suma la crisis económica qué intenta Milei tapar con datos amañados para continuar con el relato de que la macro esta ordenada. Pues en lo micro de la población, la desocupación se hace presente en los cierres de fábricas (Ilva, Dass, Textil Avellaneda, Kenvue, Archroma entre miles de ejemplos más), se congela el salario (tras las muecas de paritarias o las que son inexistentes), sube la precarización laboral, el sub empleo, el trabajo en “negro”. La carestía de vida ahoga los hogares con una canasta básica qué supera ampliamente el ingreso salarial de millones de familias, con un presupuesto nulo para educación, salud e infraestructura. La gente está haciendo la experiencia con el plan liberal, esto es lo que Milei llamó motosierra, un  plan económico que tiene hilos de continuidad con los períodos históricos de “La Libertadora” del 55’, el Proceso de Reorganización Nacional del 76’,  la etapa democrática de Menem con el Consenso de Washington de los 90’ (consecuencias que dieron el estallido social del 2001) y el Macrismo del 2015. Nada nuevo bajo el sol, cada ciclo neoliberal daño aun más la estructura económica y social de la población, la misma que nunca pudo recuperar en democracia  las condiciones de industrialización y pleno empleo previo a las dictaduras. Estas recetas pretenden ubicarnos más como una república bananera periférica, saqueada por el imperialismo internacional financiero y extractivista.

No olvidemos qué  Milei llega al poder con el apoyo del empresariado argentino (grupo IRSA, el grupo Tetchin, Galperin, Asociación Empresaria Argentina (AEA), siempre referenciada en Rocca y Héctor Magnetto, Eurkenian, la Sociedad Rural entre otros) y el apoyo de J.P. Morgan, la plataforma Trumpista y VOX (La Internacional de Derecha). Fiel a sus jefes logró someter al pueblo gracias a la alianza con el Congreso entre los diputados y senadores de la UCR y el PJ con pelucas, llevó adelante una serie de contrarreformas estructurales que condujeron a la Argentina a una depresión económica qué lleva a la sociedad con décadas de daños en las espaldas a una situación de mayor desolación, tristeza y bronca.

El discurso anti político y anti casta ya no le sirvió a LLA para ganar las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, la gente no vive de propaganda, no paga los servicios con declamaciones que ya sobrepasan la raya del mal gusto. Fue una clara derrota adjudicado por el qué se postula como el recambio del peronismo y futuro candidato a presidente, Axel Kicillof.  Quien planteó un desdoblamiento de elecciones y aquí particularmente considero que su adelantamiento respondió a asegurarse la provincia ante el aceleramiento de la crisis económica y su posible pase de factura por parte de la población, porque la motosierra de Milei se vio reflejado en las medidas tibias de los gobernadores. Más allá de que en declamaciones ambos mandatarios (Milei y Kicillof) se eligieron para polarizar a la sociedad y avivar la “grieta”, los que pagan las cuentas de las crisis es el pueblo de conjunto.

Lo importante de esto es que sí bien Kicillof salió victorioso con un 13% de diferencia ante Milei, el nivel del padrón se ubicó en un 60% de adhesión. Me dirán que no son elecciones de relevancia y aun así hubo mayor participación ciudadana qué en otros guarismos. A lo que respondo qué la Provincia de Buenos Aires concentra el 40% del Padrón electoral nacional y qué a su vez los aparatos de ambas líneas y frentes partidarios se dieron a la carrera para ganar voluntades.

El peronismo sacó casi el mismo porcentaje en correlación de las elecciones del 2023, pero a Milei no lo fueron a votar, porque las banderas que levantaba están dobladas y guardadas en un placard: la lluvia de dólares es más bien una sequía galopante, el dólar sigue subiendo y el riego país también, el relato de ir contra la corrupción de la casta demostró en este corto período, como una caterva de arribista políticos nuevos y los mismos apellidos de siempre (como Caputo, Sturzenegguer, Bullrich, Menem junto a Lemoine, Pettovello o la misma hermana Karina 3% Milei) se sientan en lugares estratégicos del Estado para seguir con los privilegios “estamentales” del sector público que tanto dijeron odiar y combatir. Y para sumar decadencia, cual saco de gatos LLA, se encuentra en una aparente crisis orgánica con fuego cruzado, el sector de “Las Fuerzas del Cielo”, un grupito de inceles qué forman una granja de trolles que se quedaron fuera de la mesa de negociaciones de candidaturas en el Estado (el mismo que dicen detestar) realiza berrinches en las redes sociales tratando de separar a Milei como responsable directo de estos resultados,  adjudicándolo al armado político de Karina 3% Milei y su nexo con los Menem. Para analizar esto tomaré un refrán impreso en el peronismo “Roban pero algo hacen”, para entender, la sociedad naturalizó un porcentaje de corrupción siempre y cuando pueda disfrutar medianamente de una vida menos miserable: “vuelve el asado los domingos”, se decía con vehemencia para el período de Fernández-Fernández. Pero al empeoramiento de la economía en el periodo de Alberto Fernández, no se le perdonó los casos de corrupción dentro del Peronismo. Aquí pretendo clarificar que en estas elecciones que se llevó puesto al gobierno de Milei fueron las tres “C”: crisis económica,  corrupción, censura y represión.

La desregulación del Estado, la desinversión en la obra pública, la apertura de las importaciones, el ajuste fiscal, ajuste y represión a jubilados/as y todos los sectores que salieron a luchar (discapacidad, estudiantes, docentes, trabajadores estatales, etc), la debilidad en la generación de pleno empleo, la censura al periodismo, el alza de tarifas en los servicios, el alza en la pobreza estructural y la transferencia de riquezas de los sectores más vulnerables hacia los más millonarios, haciéndolos más millonarios empieza a tener su correlato en las urnas. Porque pagar al FMI, llenar de privilegios al sector empresarial que lo rodea y que el pueblo tenga calidad de vida óptima, son hechos antagónicos y cuando tiene que priorizar, la banca internacional y las patronales para Milei, pesan más, tal es así que en su discurso de derrota expuso que iba a profundizar aún mas su plan económico de ajuste. Según mi visión este panorama no es alentador para el pueblo, fue la de Milei una declaración para calmar el mercado, en una sociedad que da señales de ruptura del “pacto o contrato social”.

A su vez, ¿qué hará el peronismo? Tendrá Kicillof la altura política para ser parte de un cambio estructural del Estado, como lo viene exigiendo la población en las calles y ante la apatía que genera el sufragio. No se puede tener resultados diferentes con los mismos de siempre, en el escenario del domingo estaba por ejemplo el menemista Hector Dhaer quien como parte de la denominada burocracia sindical ayudó a arrodillar al movimiento obrero de sanidad ante todos los gobiernos, dejando en claro la importancia de manejar las “cajas” de las obras sociales, o por ejemplo el intendente Fernando Espinoza, cabeza de un distrito donde avanza el narcotrafico, se dispara la desocupación, donde el 35 % aproximado de la población no posee cloacas, más de 200 mil habitantes no poseen agua potable, con más de 150 villas- asentamientos y con claros problemas de urbanización e inundaciones, con un consejo escolar que no responde a las demandas y necesidades de las escuelas, sumando hospitales y salas municipales cuasi en quiebras, siendo el Distrito con el PBI más alto de la Provincia de Buenos Aires y el que más aporta ¿a dónde va ese dinero?

Los puntos de conexión entre estas fuerzas es que en sus derrotas utilizan las mismas argumentaciones. Cuando le toco perder al peronismo el mantra fue “la culpa la tiene el pueblo desclasado”, nunca el análisis de que nos dejaron con un 46% de pobreza y una inflación de  un 200% aproximado. Los voceros y trolles de LLA exponen tras su derrota que a los matanceros nos gusta “cagar en balde”, yo digo, acaso ¿nos consideran tan lumpenes que no nos damos cuenta que son más de lo mismo? Es de análisis honesto e imperioso darse cuenta que se necesita una agenda política para el pueblo trabajador, las niñeces y las juventudes, con presupuesto de calidad. De más no esta advertir qué la Argentina tiene un movimiento importante de gran alcance y enlace entre el pueblo trabajador y el juvenil- estudiantil, vean nuestra historia dado qué  se replica en la actualidad  en cada marcha el cántico: “obreros y estudiantes como en el Cordobazo”, hay que analizar los hilos de continuidad de los y las jóvenes que irrumpieron en el 2001, en el 2017 junto a los y las jubiladas que enfrentaba al gobierno macrista, como la ola verde que se enfrentó al gobierno contra la violencia de género y el derecho a decidir, como las tomas de universidades que se dieron ante el gobierno de Milei, las marchas de salud, en las asambleas barriales, también acompañando al sector de salud y discapacidad. Es la misma juventud que si no ve salida y observa el relato de la meritocracia caer, se organiza en cualquier parte del mundo como lo fue en Chile en el 2019 y lo es hoy en día en Nepal, son estos movimientos los que hacen mover los cimientos de cualquier estructura. Pues, el silencio en las urnas puede significar el retumbar en las calles exigiendo una vida hermosa.