Desde este lunes 1 de septiembre, las tarifas del transporte público en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires registraron un aumento cercano al 4%, afectando a colectivos y subtes. El ajuste combina la actualización automática por inflación con un incremento adicional del 2%, y refleja la constante readecuación de los costos de traslado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En la Ciudad, el boleto mínimo de colectivo para usuarios con SUBE registrada pasó a $526, mientras que quienes no tengan la tarjeta registrada deberán abonar $836,58. Para recorridos de 3 a 6 kilómetros, la tarifa asciende a $586,13; de 6 a 12 kilómetros, $631,29; y de 12 a 27 kilómetros, $676,48. Los beneficiarios de la Tarifa Social pagarán $236,76 por el boleto mínimo.
El subte porteño también aplicó un aumento del 3,87%, elevando el precio del viaje a $1.071. En cuanto a los colectivos que operan bajo jurisdicción nacional, sus tarifas se mantienen en $451,01, luego del incremento que se aplicó en julio. Esta diferencia genera variaciones de hasta $75 en trayectos similares según la línea y la jurisdicción que la opere, siendo más notorio para quienes no cuenten con la tarjeta SUBE registrada.
En la Provincia, los colectivos suburbanos registraron un aumento del 3,9%, con un boleto mínimo de $529,45 para SUBE registrada y $841,83 para tarjeta sin registrar. Los recorridos de 3 a 6 kilómetros costarán $589,80; de 6 a 12 kilómetros, $635,24; de 12 a 27 kilómetros, $680,72; y para distancias superiores a 27 kilómetros, $725,88. Los usuarios con Tarifa Social abonarán $238,25 por el viaje más corto.
Estos ajustes buscan compensar la inflación y los mayores costos operativos, aunque implican un impacto directo en los usuarios cotidianos del transporte público del AMBA.