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Escándalo en ANDIS: celulares borrados, cajas fuertes bloqueadas y audios explosivos que comprometen a funcionarios de la Rosada

El caso que sacude a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) se expande como un reguero de pólvora y cada día aparecen nuevas pruebas que estremecen a Comodoro Py. El extitular del organismo, Diego Spagnuolo, quedó en el centro de la tormenta luego de que se incautaran sus teléfonos celulares en un procedimiento realizado en el exclusivo barrio Altos de Campo Grande, en Pilar, cuando manejaba su camioneta como si intentara escapar.

Los investigadores descubrieron decenas de mensajes eliminados en los dispositivos de Spagnuolo, quien está involucrado en los audios filtrados donde se lo escucha hablar de sobornos en la compra de medicamentos. La sospecha no solo recae sobre él: en las conversaciones aparecen nombres de peso dentro del círculo íntimo del Presidente, como su hermana Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem, funcionario de máxima confianza en la Casa Rosada.

La furia del exfuncionario, registrada en grabaciones, deja en claro que se sentía utilizado: denunciaba que el dinero de las coimas quedaba en manos de Karina y Lule, mientras él era el que firmaba los contratos y quedaba expuesto. En una de sus frases más contundentes se lo escucha decir: “No es que ellos dijeron, bueno muchachos, arranquen. Todo es para ellos, con la firma de ustedes”.

El juez Sebastián Casanello ordenó el bloqueo de las cajas de seguridad tanto de Spagnuolo como de otros implicados, entre ellos el exdirector de Acceso a los Servicios de Salud, Daniel Garbellini, y la familia Kovalivker, dueña de la droguería Suizo Argentina, sospechada de ser la gran beneficiaria de los contratos irregulares.

Las maniobras financieras generan un cuadro inquietante: Emmanuel Kovalivker fue sorprendido en Nordelta con sobres que contenían 260.000 dólares, anotaciones misteriosas y un teléfono móvil también secuestrado. Su hermano Jonathan escapó por un acceso alternativo y recién se presentó con su abogado en tribunales, entregando su celular pero sin revelar la clave. En su casa hallaron tres cajas de seguridad: una vacía con restos de banditas elásticas de billetes, y otra con 50.000 dólares en su interior.

Mientras tanto, los teléfonos de todos los implicados se transforman en piezas clave del rompecabezas judicial. El más complejo de acceder es el Iphone 16 Pro de Spagnuolo, protegido por un sistema de seguridad que podría retrasar el acceso a sus secretos varios meses.

Los audios ya difundidos, sumados a los nuevos que siguen apareciendo, hablan de un esquema de recaudación ilegal donde, supuestamente, un porcentaje iba directamente a Presidencia. El caso promete escalar y dejar en evidencia una trama de corrupción que amenaza con salpicar a los más cercanos al poder.

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