La diputada libertaria Juliana Santillán protagonizó una escena bochornosa en un programa televisivo cuando intentó desacreditar el reclamo salarial de médicas residentes del Hospital Garrahan… con un dato completamente equivocado. En lugar de respaldar su postura con información oficial, Santillán lanzó una cifra disparatada que terminó por exponer su alarmante desconexión con la realidad económica que atraviesan millones de argentinos.

Mientras las profesionales de la salud explicaban que con sus ingresos actuales —de aproximadamente 800 mil pesos mensuales— no alcanzan a cubrir ni los gastos básicos ni el alquiler, Santillán arremetió con un argumento sin sustento: “La canasta básica total para una familia de cuatro es de 360 mil pesos”, afirmó, con seguridad. Sin embargo, lo que en realidad citó fue el monto mínimo necesario para que una sola persona no sea considerada pobre, según datos del INDEC. El valor real de la canasta básica para una familia tipo ronda los 1,1 millones de pesos.

Lejos de reconocer su error, la legisladora redobló la apuesta y acusó a las médicas de tener “una fuerte carga política” en su reclamo, insinuando que detrás del pedido de actualización salarial se escondía una intencionalidad partidaria. “Creo que la doctora dijo que cobraba 800 mil o algo así. Falso. El INDEC dice 360 mil para la canasta básica”, insistió, a pesar de que esa cifra era errónea.

La diputada, reconocida por su rol como defensora del oficialismo en el Congreso y en medios de comunicación, fue duramente cuestionada incluso por algunos panelistas del programa, que rápidamente advirtieron la falsedad de su afirmación. Pero ella no cedió. Con una actitud obstinada, repitió el dato incorrecto sacado de su celular, dejando en evidencia no solo su ignorancia sobre estadísticas básicas, sino también su desprecio por la situación de quienes se desempeñan en uno de los hospitales más importantes del país.

El episodio encendió las redes sociales, donde usuarios y especialistas calificaron de “vergonzosa” su intervención y denunciaron una falta total de empatía hacia los trabajadores de la salud pública.