Hay nueve detenidos tras varios allanamientos. La banda operaba en un predio de 40 hectáreas en la localidad de Merlo, rodeado de espesa vegetación, en medio de una suerte de jungla, donde se montaban puestos de vigilancia armada. Las fuerzas de seguridad tuvieron que utilizar canoas para ingresar al lugar de forma encubierta. Secuestraron más de un kilo de cocaína, varias armas de fuego, seis millones de pesos y teléfonos celulares.
La Policía Bonaerense desarticuló una organización criminal tras realizar seis allanamientos. La banda tenía su base operativa en un predio de 40 hectáreas conocido como “La Cascotera” en la localidad de Merlo, con puntos de venta y vigilancia armada.
Por la investigación y la colaboración de la Guardia Urbana municipal, se pudo descubrir que los delincuentes comercializaban en La Matanza, en el barrio Ombú, en la localidad de González Catán y en el barrio Sarmiento, ubicado en Virrey del Pino.
En un amplio operativo coordinado por la Policía, se logró desarticular la organización criminal. La investigación fue impulsada por la Justicia y se concretaron seis allanamientos simultáneos: dos en Pontevedra (Merlo) y cuatro en González Catán y Virrey del Pino (La Matanza).
Los operativos permitieron la detención de nueve personas, integrantes de una estructura jerarquizada dedicada a la comercialización, entrega, fraccionamiento y venta de estupefacientes.
Durante los procedimientos se secuestraron: más de un kilogramo de cocaína; envoltorios de marihuana; cinco armas de fuego, pistolas, un revólver y hasta una pistola ametralladora; una notebook; dos balanzas de precisión; un chaleco de transporte con inscripción de Prefectura; una caja fuerte blindada; más de seis millones de pesos en efectivo y un automóvil Peugeot 208.
La organización tenía su base operativa en un terreno de aproximadamente 40 hectáreas, en la localidad de Merlo y era utilizado como punto de venta encubierto.
Los delincuentes aprovechaban la vegetación y los accesos anegados del lugar para dificultar la presencia policial, estableciendo una suerte de puestos de vigilancia que alertaban ante cualquier intrusión. Se comprobó además que expulsaban a moradores de la zona para apropiarse de viviendas y transformarlas en búnkers de venta.
Al momento de los allanamientos, las fuerzas de seguridad contaron con apoyo aéreo, cámaras térmicas, grupos especiales y el uso de canoas para ingresar de forma encubierta al predio. Al mediodía, cuando los sospechosos se disponían a iniciar las actividades de venta, se logró interceptarlos, deteniendo a dos en el lugar, localizando a otro escondido y asegurando la zona. En simultáneo, se ejecutaron los allanamientos domiciliarios, desarticulando por completo toda la red.
El líder de la organización, identificado como “El Pipa”, no fue hallado en su domicilio debido a una medida cautelar de exclusión por violencia familiar. La causa continúa abierta mientras se amplían las investigaciones sobre su paradero.
Este operativo representa un nuevo golpe contra el narcotráfico en la Provincia de Buenos Aires y refuerza el compromiso de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el crimen organizado.