En un movimiento que refuerza la apuesta del Ejecutivo por un modelo con fuerte inclinación hacia la importación, se establecieron nuevas condiciones para que los ciudadanos puedan importar alimentos y medicamentos para uso personal sin que estos pasen por los controles de la entidad sanitaria responsable de garantizar su seguridad. La normativa, establecida mediante la Disposición 3280 de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, habilita la entrada de productos adquiridos individualmente desde el extranjero a través del sistema courier, sin fines comerciales.
La disposición estipula que cada envío no podrá incluir más de tres unidades del mismo producto, ni exceder un peso total de 50 kilos. Además, el valor máximo permitido por compra es de 3.000 dólares y cada persona podrá recibir hasta cinco envíos anuales bajo estas condiciones. Este cambio elimina requisitos previos, tales como la necesidad de contar con autorización para la entrada de alimentos para uso personal, comprobantes para alimentos de carácter médico compasivo y permisos especiales para productos donados desde otros países.
Si bien la medida facilita la adquisición de productos alimenticios y farmacéuticos que pueden ser difíciles de conseguir localmente, se mantiene la exigencia de que dichos productos respeten las normativas vigentes en el Código Alimentario Argentino. Desde el Gobierno señalaron que esta simplificación beneficiará sobre todo a quienes necesitan alimentos médicos específicos, que hasta ahora estaban sujetos a trámites que demoraban o impedían su acceso.
La eliminación del control sanitario tradicional, sin embargo, ha despertado inquietudes respecto a la seguridad y calidad de los productos que ingresan al país bajo esta modalidad, ya que la validación por parte de la autoridad sanitaria es un mecanismo clave para proteger la salud pública.