En un reportaje concedido recientemente, el presidente Javier Milei formuló una serie de acusaciones contra uno de los conglomerados de medios más influyentes del país, al que señaló de ejercer presión para apropiarse del sector de las telecomunicaciones. Según denunció, esta empresa habría concretado la compra de activos pertenecientes a Telefónica, esquivando los mecanismos de control que impone la ley de Defensa de la Competencia.
Milei manifestó que existe una clara intención por parte del grupo económico de manejar a discreción las comunicaciones en Argentina, lo que —a su entender— representa una amenaza para la soberanía informativa. «Se comportan como si el país fuera de ellos», expresó el mandatario con tono enérgico.
Por otra parte, el jefe de Estado denunció campañas mediáticas dirigidas a difamarlo. Habló de operaciones impulsadas por periodistas que, según él, estarían financiados para dañar su imagen pública. «Me inventan barbaridades y mentiras, están armando carpetas falsas para condicionar mis decisiones», afirmó.
También desmintió haber tenido algún tipo de negociación o contacto con el dirigente misionero Carlos Rovira en torno al debate legislativo sobre la ley de “ficha limpia”. «Nunca hablé con él por ese tema, es una mentira más», aseguró, descartando de plano las versiones que lo vinculaban a acuerdos con sectores provinciales para influir en el tratamiento del proyecto.