Este domingo 11 de mayo marca el inicio formal del calendario electoral en el país con comicios legislativos en las provincias de Chaco, Jujuy, Salta y San Luis. Sin la realización previa de elecciones primarias, estos distritos se convierten en los primeros en llevar a cabo votaciones exclusivamente para renovar sus cuerpos legislativos provinciales.
A diferencia de otras provincias que optaron por las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), estas cuatro jurisdicciones decidieron avanzar directamente hacia los comicios generales. Además, cada una de ellas adoptó modalidades de votación diferentes: mientras Chaco y Jujuy mantuvieron la tradicional boleta partidaria de papel, San Luis implementó por primera vez la Boleta Única de Papel, un método que se aplicará también a nivel nacional en octubre. Salta, por su parte, continuará utilizando el sistema de voto electrónico.
Más allá de los mecanismos, el protagonismo se lo lleva el contenido político de estas elecciones, ya que marcarán el pulso de los votantes en un año que culminará con las elecciones nacionales. En este contexto, el peronismo enfrenta el mayor desafío: pone en juego un total de 31 bancas legislativas entre las cuatro provincias. La Unión Cívica Radical (UCR) también se juega una porción importante de representación con 23 escaños en disputa, principalmente en los distritos de Jujuy y Chaco. A su vez, Unión por San Luis debe renovar 9 bancas en la provincia homónima.
Estas elecciones ofrecen una primera lectura del clima político en el interior del país, anticipando posibles tendencias de cara a los comicios nacionales de octubre. Las miradas están puestas no solo en los resultados, sino también en cómo los partidos se reconfiguran frente al electorado en un año clave para el futuro institucional argentino.