El FMI alertó sobre riesgos en el plan del Gobierno y se metió en las elecciones.

El Partido Justicialista Nacional criticó duramente a Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, por sus declaraciones públicas en las que avaló al oficialismo de Javier Milei de cara a los comicios legislativos de octubre. La dirigente del organismo multilateral había manifestado que “es importante que el país no descarrile de su rumbo de cambio”, lo que fue interpretado por el PJ como una clara toma de partido en el proceso democrático argentino.

En respuesta, el justicialismo difundió un comunicado en el que acusó al FMI de pretender influir en la voluntad popular mediante declaraciones que atentan contra la soberanía electoral. “La intromisión electoral de la titular del organismo financiero internacional es inadmisible. Ninguna institución externa puede condicionar el voto de los argentinos”, afirmó el partido opositor.

Además del repudio por las declaraciones, el PJ cuestionó el reciente acuerdo alcanzado entre el Gobierno nacional y el Fondo, que contempla una millonaria transferencia de divisas al país. Según el comunicado, los 20.000 millones de dólares que serán girados —parte para fortalecer las reservas del Banco Central y parte de libre disponibilidad— responden a fines políticos. “No se trata de un apoyo técnico, sino de un gesto de respaldo electoral. Es otra operación como la que se realizó en 2018 con Mauricio Macri”, señalaron.

El partido que lidera Cristina Kirchner no dudó en calificar el nuevo entendimiento como una maniobra que busca consolidar al oficialismo mediante la inyección de recursos internacionales. Y concluyó: “El pueblo argentino ya ha sufrido las consecuencias de estos condicionamientos. No permitiremos que vuelvan a decidir desde afuera lo que debe resolver nuestra democracia”.