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Durante la Misa Crismal celebrada en la parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, elevó un firme reclamo al Gobierno nacional para garantizar una jubilación que permita a los adultos mayores vivir con plenitud y respeto tras décadas de esfuerzo.

La ceremonia, impulsada por sacerdotes y referentes de barrios populares bajo el lema “A los pies de nuestros abuelos”, estuvo cargada de simbolismo y compromiso social. En un gesto significativo, García Cuerva lavó los pies de decenas de personas mayores, reconociendo en ellos no solo una trayectoria de vida, sino también una deuda pendiente del Estado.

“Queremos reconocer su dignidad, que tengan acceso a medicamentos y todo lo que necesitan”, expresó el arzobispo, en un mensaje claro dirigido a las autoridades. El acto religioso reunió a más de 400 asistentes, entre ellos obispos, religiosas, seminaristas y miembros de diversas comunidades. Allí se consagró el Santo Crisma, se bendijeron los óleos y se renovaron las promesas sacerdotales.

En su homilía, García Cuerva invitó a recuperar la sensibilidad en la toma de decisiones políticas: “Es necesario darle el dominio político al corazón”, subrayó, e hizo un llamado a la unidad frente a los desafíos actuales que atraviesa el país.

Previo a la misa, los curas villeros y las comunidades del Hogar de Cristo difundieron un comunicado en el que manifestaron su preocupación por la situación de los jubilados. “Vivimos tiempos de desencuentros y divisiones. Es fundamental caminar juntos y buscar unidad”, advirtieron.

Además, recordaron que “cuando se rompe el tejido social, debemos trabajar por la integración, sin excluir a nadie”. Reafirmaron que los adultos mayores siguen siendo parte activa de la comunidad y que merecen condiciones adecuadas para compartir, disfrutar y seguir brindando su sabiduría a las nuevas generaciones.

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