El tercer paro general de la central obrera será el 10 de abril, precedido por una marcha en apoyo a los jubilados.
La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó la realización de un paro general de 24 horas el próximo 10 de abril en rechazo a las políticas económicas y sociales del gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza estará acompañada por una serie de acciones sindicales que comenzarán este lunes y buscarán reforzar la visibilidad del reclamo contra el ajuste, los ataques a los trabajadores y jubilados, la represión y la falta de libertad en las negociaciones paritarias.
Como parte de este plan de lucha, la CGT participará activamente en la marcha del 24 de marzo junto a organismos de derechos humanos, reforzará su presencia en las movilizaciones de los jubilados todos los miércoles y realizará una manifestación masiva el 9 de abril, un día antes del paro general. Además, la central sindical ya acordó la convocatoria a una movilización el 1º de mayo en el marco del Día del Trabajador.
El anuncio del paro surgió tras una extensa reunión del consejo directivo de la CGT, donde los dirigentes coincidieron en la necesidad de impulsar una respuesta contundente frente a la crisis social y económica. La decisión fue tomada en un clima de consenso, aunque un sector liderado por Luis Barrionuevo propuso sin éxito extender la medida a 36 horas.
Uno de los principales reclamos es la negativa de la Secretaría de Trabajo a permitir la libre negociación de paritarias, lo que ha generado malestar en distintos sectores sindicales. En conferencia de prensa, Héctor Daer ratificó el pedido de aumentos para jubilados y expresó el apoyo de la central a la discusión en el Congreso sobre el bono de 760.000 pesos para este sector. También exigió la reapertura de la obra pública, destacando que muchas construcciones están paralizadas a pesar de haber alcanzado un 90% de avance.
El plan de acción de la CGT comenzará este viernes con reuniones en sus más de 70 regionales y un encuentro con organismos de derechos humanos. Además, los gremios se sumarán a la protesta de los jubilados del 26 de marzo y sostendrán su presencia en las calles hasta el 9 de abril.
El paro del 10 de abril contará con el respaldo de sectores estratégicos como la UTA y los ferroviarios, lo que garantizará un fuerte impacto en el transporte público. La CGT también proyecta su última acción de lucha para el 1º de mayo, con una movilización en el Día del Trabajador.
Este escenario marca el fin de la tregua que la central sindical había mantenido con el gobierno desde la última gran manifestación del 1º de mayo de 2024. Durante meses, los principales gremios apostaron al diálogo, pero la falta de avances en las negociaciones salariales y el incremento de despidos en el sector público han llevado a un endurecimiento de la postura gremial. Con una creciente conflictividad social, la CGT considera que es momento de retomar las medidas de presión, mientras sectores políticos evalúan la necesidad de construir una alternativa frente al actual rumbo del país.