La apertura de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación estuvo marcada por momentos de alta tensión y concluyó con un fuerte escándalo que generó repercusiones en el ámbito político. La sesión contó con la presencia de los jueces de la Corte Suprema, incluyendo a Manuel García Mansilla, recientemente designado por decreto, además de la asistencia de un grupo reducido de legisladores opositores, seis gobernadores y un público mayormente compuesto por simpatizantes del oficialismo.
El presidente Javier Milei dirigió su discurso ante un recinto semivacío. Sin embargo, no faltaron cruces con legisladores opositores, siendo el más resonante el protagonizado por el diputado radical Facundo Manes. Durante la alocución presidencial, cuando Milei abordó el tema del Poder Judicial, Manes alzó un ejemplar de la Constitución Nacional, gesto que provocó una respuesta iracunda por parte del mandatario, quien lo instó a leerla. La situación escaló cuando el asesor presidencial Santiago Caputo, desde un palco, increpó al legislador, lo que derivó en un nuevo enfrentamiento en los pasillos del Congreso.
Según el relato de Manes, Caputo lo abordó en una escalera tras finalizar la asamblea y, acompañado por otra persona, lo agredió físicamente. Testigos del incidente afirmaron que el asesor le dirigió frases amenazantes como «ya me vas a conocer» y «te voy a tirar el Estado encima». Este episodio generó una fuerte reacción en la oposición, y Manes anunció que presentará una denuncia judicial por la agresión sufrida.
En el Congreso, la tensión continuó en los pasillos, donde dirigentes opositores como Germán Martínez, del bloque Unión por la Patria, y Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, acompañaron a Manes al despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien aseguró que se revisarán las grabaciones de seguridad para esclarecer los hechos.
Mientras tanto, Milei se trasladó a la Casa Rosada, donde ofreció una cena con sus ministros en el Salón Eva Perón, un evento al que no asistió la vicepresidenta.