El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, volvió a manifestar su preocupación por el impacto de las políticas económicas del gobierno nacional en distintos sectores de la actividad productiva. En esta ocasión, hizo hincapié en la crisis que atraviesa el turismo, asegurando que la temporada de verano actual es la más baja en términos de visitantes y consumo en los últimos seis años.
Desde el Partido de la Costa, en el marco de la cuarta conferencia de verano de la temporada, Kicillof brindó datos que reflejan la caída de la actividad turística en la provincia. Según detalló, se registró un descenso del 9% en la cantidad de turistas y una reducción del 27% en el nivel de ventas en comparación con temporadas anteriores. Atribuyó esta situación a las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei, las cuales, según su análisis, afectan directamente el consumo y el poder adquisitivo de la población.
«Desde que asumimos la gestión en la provincia de Buenos Aires, exceptuando el período de pandemia, nunca habíamos tenido una temporada tan mala. Advertimos que las medidas económicas iban a tener este efecto negativo, y lamentablemente hoy lo estamos viendo reflejado en la realidad», expresó el mandatario bonaerense. Además, resaltó que en años anteriores se lograban cifras récord en el sector, mientras que actualmente la tendencia es opuesta.
Otro de los puntos que remarcó Kicillof fue el aumento del turismo al exterior, que, según sus palabras, se incrementó en un 76% debido a la política cambiaria impulsada por el Ejecutivo nacional. «El turismo nacional ha sido fuertemente golpeado por la depreciación del poder adquisitivo y por la política de un dólar barato que facilita la salida de argentinos al extranjero», enfatizó.
En su discurso, el gobernador también anunció inversiones en infraestructura, educación y seguridad en distintos municipios bonaerenses, en contraste con la decisión del gobierno de Milei de paralizar la obra pública. A su vez, criticó la intención de la gestión libertaria de contraer nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), recordando que antes de asumir la presidencia, Milei se mostraba contrario a cualquier acuerdo con el organismo financiero.
«El Presidente aseguraba que no iba a tomar deuda porque la terminarían pagando las futuras generaciones, pero ahora lo vemos acudiendo al FMI en busca de nuevos préstamos. Estas políticas solo benefician la especulación financiera y no están destinadas a la obra pública ni a mejorar la vida de la gente», cuestionó.
Kicillof también rechazó la utilización política de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires por parte del Gobierno Nacional y advirtió sobre el impacto negativo de las medidas económicas en la producción y el empleo. «El cierre de empresas, la destrucción del poder adquisitivo y la desocupación generan desigualdad, malestar social y un deterioro profundo del tejido productivo y social tanto en la provincia como en todo el país», concluyó.