En un contexto de fuerte incertidumbre económica, la automotriz Mercedes-Benz decidió desprenderse de su histórica fábrica ubicada en Virrey del Pino. La empresa concretó la venta al Grupo ST, un conglomerado con inversiones en el sector financiero, asegurador y otros rubros.
El anuncio generó impacto en la industria automotriz, ya que la planta ha sido un símbolo de la producción en Argentina durante décadas. A pesar del traspaso, se confirmó que la fabricación de la camioneta Sprinter continuará en el país. Sin embargo, la decisión de la compañía se enmarca en un escenario de crisis económica que afecta a distintos sectores productivos.
El Grupo ST, nuevo propietario de la planta, aún no ha dado detalles sobre sus planes a largo plazo para las instalaciones. Mientras tanto, analistas del sector advierten que la situación de la industria automotriz sigue siendo incierta, con costos en alza y una demanda interna debilitada.