El próximo 2 de diciembre, los movimientos sociales, sindicales y políticos se reunirán en La Matanza para una permanencia de tres días, con radio abierta y actividades continuas, como antesala de la Marcha Federal que avanzará hacia el Congreso o Plaza de Mayo. Esta acción busca visibilizar la gravedad de la crisis económica y social que golpea a los sectores más vulnerables. Participan organizaciones como Barrios de Pie, CCC, Miles, el Bloque Piquetero, la CTEP, Nuestramérica, la CTA Autónoma y diversos espacios locales.

Contexto históricoEl «Matanzazo» de mayo de 2001 no fue un hecho aislado, sino parte de una cadena de luchas que atravesaron los años 90 y principios de los 2000. Desde el Santiagueñazo en 1993 hasta los cortes y protestas en Plaza Huincul, Cutral Co, Tartagal, Mosconi, y el Puente Avellaneda, los trabajadores y los sectores populares resistieron las políticas neoliberales que destruyeron el tejido social y económico del país.

En mayo de 2001, el Matanzazo se convirtió en un símbolo de esa resistencia. Durante 18 días, organizaciones como la CCC, la FTV y la CTA cortaron la Ruta Nacional 3 a la altura de Isidro Casanova, exigiendo alimentos, planes sociales y atención sanitaria. Fue una lucha que, a diferencia de muchas otras, se ganó, y que marcó el inicio del derrumbe del gobierno de Fernando de la Rúa.

Juan Carlos Alderete, referente de la CCC, trazó un paralelismo entre el contexto actual y el del 2001: “Hoy estamos peor. En ese entonces podíamos pelear por nuestros derechos; ahora, Milei y su gobierno buscan directamente aniquilar las organizaciones sociales y sindicales”.

Por su parte, Luis D’Elía destacó la importancia de las luchas organizadas: “El descontento popular es cada día más grande. La angustia por el ajuste se convierte en bronca, y la bronca en esperanza. Si no luchamos, nos devoran los derechos y el futuro”.

Ambos referentes coincidieron en que la situación actual es crítica, pero también subrayaron la necesidad de unidad y de reactivar la conciencia de clase.

El ajuste y la lucha popularEl hambre y la pobreza que azotan al pueblo argentino no son una novedad, sino la consecuencia directa de décadas de políticas neoliberales. Sin embargo, el ajuste actual se vive con una violencia inédita, donde el gobierno libertario busca desmantelar los derechos conquistados.

La permanencia en La Matanza, inspirada en la memoria del Matanzazo, no solo es un grito de denuncia, sino un acto de resistencia colectiva. El mensaje es claro: no hay futuro sin lucha popular, no hay justicia sin organización comunitaria.

Porque como en 2001, el pueblo argentino tiene la fuerza y la esperanza para volver a torcerle el brazo al neoliberalismo.