Esta fecha conmemora la creación de la Dirección de Educación de Adultos, el 27 de noviembre de 1973, a través del Decreto N° 4626/73, durante la presidencia de Juan Domingo Perón.
Reconocer la Educación de Adultos fue, también, un modo de fortalecer las prácticas educativas destinadas a los sectores populares, sus saberes e identidades culturales. Dicha modalidad se posiciona como un garante de acceso, permanencia y egreso con saberes.
No solo se ofrecen propuestas alfabetizadoras y de continuidad pedagógica en estudios primarios y secundarios; además de producir aprendizajes, se crean lazos sociales significativos de reconocimiento, valoración y cuidado, con impacto en las trayectorias de vida.
Como resultado, esta política educativa reconoce el derecho irrenunciable de jóvenes y adultos a iniciar o dar continuidad a trayectorias escolares. Las historias de vida particulares impactaron en estos proyectos, ya que no permitieron ejercer su derecho a una educación de calidad en los tiempos establecidos.
En defensa de la educación permanente de jóvenes y adultos
Desde el SUTEBA recordaron que, durante la última dictadura cívico militar, este dispositivo sufrió graves ataques. Desapariciones, destierros y cesantías de maestros, alumnos, referentes institucionales y comunitarios; junto con el cierre de servicios educativos, prohibición del desarrollo de clases e instalación impuesta del aprendizaje basado en la enseñanza individualizada fueron algunos de los ataques denunciados.
“La educación permanente de jóvenes y adultos de los sectores populares traen consigo saberes y conocimientos propios de la cultura de nuestro pueblo”, destacaron desde el SUTEBA. “Hoy, más que nunca, defendemos la educación de jóvenes y adultos en las aulas y en las calles”, agregaron.