Cientos de afiliados a la Unión Cívica Radical (UCR) expresaron su respaldo a los 12 diputados nacionales del partido que decidieron romper con el bloque encabezado por Rodrigo de Loredo. Esta decisión busca establecer una bancada propia que se distancie de la influencia del oficialismo. En una declaración pública, los militantes afirmaron que apoyan la constitución del nuevo bloque «Democracia para siempre», presidido por Pablo Juliano, resaltando la necesidad de defender la identidad radical y los valores fundamentales del partido, como la libertad, la equidad distributiva y la ética pública.
Los firmantes argumentaron que la creación del nuevo bloque fue una respuesta a un acercamiento notable entre el bloque original y el oficialismo, el cual incluso toleró la conducta de cinco exintegrantes que cambiaron su postura y apoyaron un veto del Ejecutivo respecto a proyectos que beneficiaban a los jubilados y garantizaban la financiación de universidades públicas. Si bien se pronunciaron a favor del diálogo institucional, establecieron un límite cuando se pone en riesgo la identidad del partido.
Además, los militantes denunciaron la política económica del gobierno, catalogándola como un ajuste «burdo, elemental e insostenible», que impacta negativamente en la clase media y los trabajadores. También hicieron hincapié en la falta de un programa que fomente el crecimiento y ayude a erradicar la pobreza que afecta a una gran parte de la población, particularmente a los jóvenes.
Aunque no mencionaron a De Loredo directamente, su crítica fue clara. Expresaron preocupación por escuchar a dirigentes que apoyan políticas de ajuste sin considerar el daño social que estas generan. Asimismo, hicieron un llamado a rechazar discursos polarizados y autoritarios que atentan contra la libertad de expresión y la convivencia pacífica en la sociedad.