El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, salió una vez más en defensa de la intervención de la Policía Federal en las inmediaciones del Congreso Nacional, donde manifestantes protestaban contra el veto de la nueva ley de movilidad. Francos aseguró que la acción policial no fue «brutal» y que solo se trató de «mantener el orden». Además, apuntó contra los movimientos sociales presentes en la protesta, afirmando que «se escudan en los jubilados para generar caos».
En una declaración que busca calmar los ánimos, Francos afirmó: «No era una represión brutal, solo estábamos intentando reestablecer el orden y desplazar a los manifestantes». El funcionario también sugirió que entre los jubilados había un número significativo de jóvenes, lo que según él, demostraba la presencia de agrupaciones políticas y sociales que suelen «alterar la paz en las calles».
Francos, además, defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, mencionando que «existe un protocolo que debe seguirse» y que el Ministerio de Seguridad fue el encargado de hacer cumplir estas normativas. Desde su perspectiva, los partidos y movimientos políticos aprovechan situaciones como estas para «generar temáticas políticas y desviar el foco de atención».
El jefe de Gabinete también hizo referencia a lo ocurrido dentro del Congreso, donde la sesión tuvo que ser suspendida. Explicó que durante el desarrollo de su primer informe de gestión, una diputada de izquierda cuestionó lo que denominó como «represión brutal», lo que provocó la interrupción de la sesión y la retirada del bloque oficialista.