Por Miguel Saredi Ex Diputado Nacional. Pte Asoc Mutual Legisladores de la Nación. Sec Planificación Municipalidad de La Matanza

En medio de tiempos turbulentos y desafiantes, hay alguna luz de esperanza en la política argentina. Observo colaboración, y diálogo, que  trascienden las líneas partidarias, que son importantes. En mi caso quiero resaltar el reciente encuentro entre el Gobernador Axel Kicillof, y el Foro de Intendentes radicales.

Con desavenencias, y entendimientos, hace años que hay respeto por ambas partes. Entiendo que es difícil para muchos mandatarios comunales porque también tienen presiones de líneas nacionales; en un país tan unitario, en especial  en materia de recursos, se ven a veces impedidos de manifestar o hacer ver  entendimiento político y de gestión. .

Fui diputado nacional en los años de la Presidencia de Eduardo  Duhalde, y los comienzos de Néstor Kirchner, y en la actualidad ayudo al Intendente Espinoza en su gabinete municipal y en la FAM, y creo que hay que resaltar la importancia de la relación amistosa entre el líder provincial, y los intendentes radicales.

Esta asociación no solo refresca el panorama político actual, sino que también refleja una tradición valiosa cultivada por líderes ejemplares en nuestra provincia. La alianza entre Duhalde y Alfonsín, nos recuerda que, en momentos de crisis, debemos priorizar el bienestar de la nación sobre las diferencias partidistas. En medio de la emergencia que enfrentamos, es crucial que peronistas y radicales colaboren en busca de soluciones efectivas y consensuadas.

No soy ingenuo y se que mi postura no está de moda, pero los dirigentes políticos debemos intentar defender una República que muchas veces  aparece amenazada en sus lineamientos fundamentales de: división de poderes, federalismo, y de respeto a la autonomía, de Provincias y Municipios.

La historia nos enseña que la unión entre fuerzas políticas divergentes puede ser la clave para superar los desafíos más difíciles. Recordemos el período tumultuoso de 2001-2002, cuando una alianza similar fue fundamental para la estabilidad y el progreso del país. En momentos de incertidumbre, la colaboración política puede ser el puente que nos lleve hacia un futuro más próspero y equitativo.

Sería alentador ver a líderes de diferentes vertientes políticas sentarse juntos para discutir los problemas que enfrentamos como sociedad. Esas reuniones no solo representarían un paso adelante en términos de diálogo y cooperación, sino que también nos brindarían una visión esperanzadora de lo que podríamos lograr cuando dejamos de lado nuestras diferencias y trabajamos hacia un objetivo común. En última instancia, la colaboración entre peronistas y radicales no solo es deseable, sino que también es imperativa en tiempos de crisis.

Para finalizar creo que además el fortalecimiento de los dos grandes partidos políticos del SXX argentino: radicalismo y peronismo, son fundamentales para cimentar una Nación que defienda un sistema de partidos políticos que también se ha visto avasallado en los últimos tiempos.