Por Miguel Saredi, Ex Diputado Nacional y Presidente de la Mutual del Círculo de Legisladores de la Nación

En los últimos días, hemos sido testigos de un debate intenso en el ámbito legislativo, donde se discuten cuestiones cruciales para el futuro de nuestra sociedad. Los acuerdos entre legisladores son una práctica común y necesaria para consensuar y avanzar en la mejora de proyectos y contenidos. Sin embargo, es imperativo que este diálogo se lleve a cabo de manera transparente y respetando los procesos establecidos.

Como ex diputado nacional y actual presidente de la Mutual del Círculo de Legisladores de la Nación, quiero expresar mi preocupación por la reciente tendencia de algunos legisladores autodenominados «dialoguistas» que están llevando a cabo negociaciones a espaldas de lo debatido en comisiones. Estas acciones, divulgadas a través de la prensa, plantean un desafío a los principios fundamentales de la democracia y la participación ciudadana.

En este contexto, como funcionario de la Municipalidad de La Matanza, estoy orgulloso de nuestra joven diputada nacional Brenda Vargas, quien ha participado activamente en las comisiones, recibiendo y defendiendo a distintos sectores representativos afectados por la ley ómnibus, especialmente de nuestra tierra.

Resulta sorprendente que ciertos núcleos fundamentales estén siendo tratados al margen de las comisiones, sin dar espacio para el diálogo y sin escuchar a entidades y referentes sectoriales. En particular, llama la atención que el 85 por ciento de estas voces se hayan manifestado en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en cuestión.

La transparencia en la toma de decisiones y el respeto por los procesos establecidos son esenciales para preservar la legitimidad de nuestro sistema democrático. Los ciudadanos confían en que sus representantes actúen con integridad y responsabilidad, garantizando que cada voz sea escuchada y considerada en la elaboración de políticas públicas.

Desde mi posición, insto a todos los legisladores a retomar el camino del diálogo abierto, la participación ciudadana y el respeto por los procedimientos legislativos.

Espero que, en los próximos días, podamos presenciar un retorno a los principios fundamentales que han guiado nuestra democracia, donde la negociación se realice con la máxima apertura y consideración por las diversas perspectivas que enriquecen nuestro debate político. Solo a través del diálogo transparente y la escucha activa lograremos construir un futuro más justo y equitativo para nuestro amado país.