En medio de un contexto económico ya complejo por los aumentos, el Gobierno Libertario encabezado por Javier Milei ha propuesto incrementos de hasta el 250% en los boletos de trenes y colectivos para el próximo mes de febrero. Esta medida, que se suma al 45% de aumento aplicado en enero, ha generado un fuerte malestar entre los usuarios del transporte público.

La Secretaría de Transporte convocó a una audiencia pública como requisito previo para implementar estos aumentos, proponiendo nuevos precios que impactarán significativamente en el bolsillo de los ciudadanos.

 

Si se llegara a aprobar integralmente esta propuesta, el boleto mínimo de colectivo aumentaría de los actuales $76,92 a $270, un incremento desproporcionado que afectaría especialmente a quienes recorren distancias cortas. Asimismo, tramos más utilizados, como el de tres a seis kilómetros, verían un aumento del 250%, pasando de $85,96 a $300,78.

Una medida particularmente controversial es el aumento del 60% para quienes utilicen tarjetas SUBE no nominalizadas, penalizando a aquellos que comparten su tarjeta o no la registran a su nombre. Este cambio llevaría la tarifa para el tramo más corto a $430, y hasta $589,54 para el recorrido más extenso, una carga adicional para los usuarios de este sistema de pago.

En el caso de los boletos de tren, la propuesta de uniformar las tarifas en todas las líneas eliminaría la diferenciación que existía hasta ahora. Esto implica un aumento generalizado, siendo el pasaje mínimo de $130.

Además, el uso de tarjetas SUBE no nominalizadas en trenes implicaría el doble de la tarifa y multas de hasta $2.080 por evadir el pago del pasaje. Aunque se mantendrá la tarifa social, que cubre el 45% del precio, estas medidas generan preocupación y críticas en la sociedad.

El tarifazo propuesto por el Gobierno de Javier Milei ha desatado un fuerte debate sobre la justificación y el impacto económico en un momento ya difícil para los bolsillos de los ciudadanos.