El Vaticano ha confirmado que el Papa Francisco ha dado su aprobación para un milagro atribuido a Mamá Antula, lo que la convertirá en la primera santa argentina.

La beata María Antonia de San José, conocida como Mama Antula, nació en Santiago del Estero, Villa Silípica, en 1730 y desafiando la prohibición, caminó más de 4.000 kilómetros a pie descalza por todo el virreinato para continuar con el legado jesuita.

El decreto de la congregación de las Causas de los Santos, fechado el 24 de octubre de 2024, autoriza la promulgación del milagro atribuido a Mama Antula. La ceremonia de canonización se llevará a cabo en la Plaza San Pedro a principios del próximo año, según fuentes del Vaticano. Mama Antula ya había sido beatificada en 2016 en su tierra natal, Santiago del Estero, después de que el Papa aprobara la publicación de un milagro relacionado con la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador.

La historia de Mama Antula es la de una «laica consagrada, fundadora de la Casa de Ejercicios de Buenos Aires», que resistió las estructuras jerárquicas y patriarcales de su época y dedicó su vida a promover los ejercicios espirituales en las regiones pobres del nordeste argentino. . Durante su vida, logró ofrecer estos ejercicios a setenta mil personas en tan solo ocho años.

El milagro que condujo a su canonización tiene como protagonista a Claudio Perusini, quien, curiosamente, fue un ex alumno del Papa Francisco y desarrolló una estrecha amistad con él. Esta conexión especial se remonta a los días en que Perusini acompañó a un sacerdote a Santa Fe, donde Bergoglio, que entonces era superior de los jesuitas, los recibió en su casa y compartió momentos que quedaron marcados en la memoria de Perusini.

La historia de Claudio Perusini tomó un giro inesperado cuando sufrió un accidente cerebrovascular en 2017 que lo dejó en estado vegetativo. Sin embargo, una oración a Mamá Antula y un inexplicable cambio en su condición llevaron a que se considere este evento como un posible milagro.

El proceso de investigación canónica y médica se llevó a cabo, y los documentos relacionados con este supuesto milagro fueron enviados a Roma para su evaluación. Finalmente, el Papa Francisco, un jesuita como Mamá Antula, apoyó un papel fundamental al dar su veredicto final, allanando el camino para la canonización de esta destacada figura de la historia argentina y la primera santa del país.