Nicolás Giménez, el talentoso volante ofensivo que actualmente defiende los colores de Al-Wasl en los Emiratos Árabes Unidos, ha recorrido un largo camino desde su humilde origen en Villa Constructora, Buenos Aires.

Su historia es un testimonio de perseverancia y dedicación en el mundo del fútbol.

Nicolás Giménez inició su carrera en el club local, «El 22 de Tablada», en las calles de Sarratea y Roque Pérez en San Justo, y su pasión por el juego lo llevó a debutar en el equipo de Nueva Chicago en 2015 a la edad de 19 años.

Su talento como volante ofensivo no pasó desapercibido, y pronto se convirtió en jugador profesional, marcando su primer gol con un espectacular tiro libre contra Argentinos Juniors.

Su paso por clubes como Nueva Chicago y Talleres de Córdoba llamó la atención de equipos de renombre, como Independiente y el Anderlecht de Bélgica.

En un giro sorprendente, Giménez eligió el desafío de jugar en los Emiratos Árabes Unidos, uniéndose al Baniyas en 2020.

Su travesía en el Golfo no solo consolidó su carrera, sino que lo convirtió en una figura destacada en la Liga Árabe del Golfo, donde deslumbró con su habilidad, goles de tiro libre y asistencias.

En julio de 2021, Baniyas ejerció la opción de compra, adquiriendo su ficha por más de 2 millones de euros.

El matancero, que ya se había convertido en una referencia en la Liga, dio el siguiente paso en su carrera al unirse a Al-Wasl, un club emblemático de los Emiratos Árabes Unidos.

A pesar de su breve tiempo en el equipo amarillo, Giménez tramitó la nacionalidad emiratí y ahora se prepara para representar a los Emiratos Árabes Unidos en el fútbol internacional.

La decisión de Nicolás Giménez de buscar su futuro en tierras lejanas, alejado de su familia y su cultura, se basa en su deseo de brindar una vida mejor a sus seres queridos.

Su historia es un ejemplo de cómo el fútbol puede ofrecer oportunidades económicas y un camino hacia el éxito. Quién sabe, tal vez este viaje lo llevará a cumplir su sueño de jugar en el próximo Mundial de Fútbol.