Un día como hoy, pero de 1974, Rafael Castillo, un pueblo situado al sureste del partido de La Matanza, entraba en los anales de la historia al convertirse oficialmente en una ciudad, marcando 49 años de crecimiento y desarrollo. Este cambio de estatus fue posible gracias a la sanción de la Ley 8.252 por parte de la Legislatura Bonaerense.

Los orígenes de Rafael Castillo se remontan a tiempos precoloniales, cuando la tierra estaba en manos del último cacique querandí, Telomian Condie, quien participó en la Batalla de La Matanza, la cual dio nombre al municipio. Después de la conquista española, la posesión de estas tierras pasó por diferentes manos, incluidas las familias González, Blanco y Holsey.

Sin embargo, el verdadero impulso hacia el desarrollo de la industria en la región llegó con la visión de Rafael Castillo, un abogado y político catamarqueño, a principios del siglo XX. La llegada del Ferrocarril Midland en 1911, que incluyó una estación construida sobre las tierras donadas por Castillo, llevó a que el pueblo fuera bautizado con su nombre.

El esfuerzo conjunto de las familias Castillo y Blanco se reflejó en la construcción de la Iglesia de la Sagrada Familia en 1912, posteriormente conocida como Inmaculada Concepción, y la inauguración de la Escuela Primaria Básica número 14 en 1917. En ese entonces, Rafael Castillo albergaba alrededor de 3.000 habitantes.

Aunque la región era predominantemente rural, con granjas, quintas y otros establecimientos, la década de 1940 marcó el inicio de un proceso de pavimentación y un crecimiento gradual de la población. Durante la década de 1950, el Tambo de Toledo en Rafael Castillo se convirtió en escenario de corridas de toros que atraían a lugareños y visitantes que llegaban en tren (aunque estas corridas se suspendieron en 1953).

En los años siguientes, la consolidación del pueblo continuó con la instalación de la primera sala de primeros auxilios y un destacamento policial, ahora conocido como la Comisaría Distrital Oeste Tercera, bajo el mando de Emilio Garramendi en 1961.

El avance no se detuvo, y la llegada del teléfono y la luz eléctrica en la década de 1970 marcaron el camino hacia la ciudadanía. Rafael Castillo, que había duplicado su población y experimentó una importante urbanización, finalmente se convirtió en ciudad el 18 de octubre de 1974.

Hoy celebramos 49 años de historia y crecimiento de Rafael Castillo, una ciudad que ha pasado por una transformación notable desde sus raíces humildes como un pueblo rural hasta su estatus actual como un centro urbano en constante evolución.