En una histórica sesión en la Cámara de Diputados, el oficialismo logró obtener la media sanción para la reforma del Impuesto a las Ganancias, un proyecto que ha generado intensos debates y polarización en el ámbito político argentino. Esta reforma, que elimina la cuarta categoría del impuesto y crea un nuevo régimen para quienes ganan más de 15 salarios mínimos, actualmente $1.770.000, contó con el respaldo del Frente de Todos, parte del interbloque Federal, Provincias Unidas, la izquierda y los libertarios liderados por Javier Milei.

Sin embargo, Juntos por el Cambio rechazó en bloque la iniciativa, calificándola como «electoralista e irresponsable». La votación finalizó con 135 votos positivos, 103 negativos y ninguna abstención.

La jornada estuvo marcada por sorpresas, ya que diputados de diferentes bloques inesperadamente apoyaron la reforma. Entre ellos se encontraron el gobernador electo de Santa Cruz, Claudio Vidal, y el gobernador electo de Neuquén, Rolando Figueroa, quienes se sumaron al respaldo de la reforma.

Carlos Heller, como miembro informante del proyecto oficialista, destacó que esta reforma representa «una mejora del poder adquisitivo del 21%» y la demostró una herramienta progresiva y dinamizadora del mercado interno. Sin embargo, la oposición argumentó que la medida tendría un impacto fiscal significativo, sin una correspondiente reducción del gasto público.

Una de las sorpresas de la jornada fue el apoyo de los libertarios liderados por Javier Milei, quien declaró que «todos los impuestos son un robo» y respaldó la baja de impuestos. Esto generó fuertes críticas por parte de la oposición, que acusó a Milei de oportunismo político.

La votación en la Cámara de Diputados marca un paso importante para la reforma de Ganancias, que ahora se encaminará hacia el Senado en busca de su aprobación antes de las elecciones presidenciales de octubre. La polarización y los intensos debates continuarán en el ámbito político argentino mientras se avanza en esta reforma fiscal.